Cuentas falsas de redes sociales, difusión de memes políticos, divulgación de noticias falsas, supuestos grupos patriotas o religiosos y cientos de personas trabajando desde Rusia, así era la maquinaria rusa que intervino en Internet para alentar la candidatura de Donald Trump en 2016.

La información sale a la luz luego de meses de investigación de los organismos de inteligencia de Estados Unidos, lideradas por el fiscal especial del caso Robert Mueller, revelando cómo funcionaba la maquinaria rusa.

El pasado viernes, el fiscal Rober Mueller indicó que 13 ciudadanos rusos y tres empresas fueron imputadas por su responsabilidad en al injerencia rusa en las elecciones de 2016, además presentó un informe donde destapó cómo era su proceder.

De acuerdo a diario El País de España, que revisó los documentos del FBI, todo el trabajo se realizaba en San Petersburgo (norte de Rusia) y estaba a cargo de las tres empresas imputadas: Internet Research Agency, Concord Management y Concord Catering, bajo la supervisión del empresario Yevgueni Prigoyin, un importante aliado del presidente Vladimir Putin.

El funcionamiento era simple, 80 personas trabajaban día y noche desde Rusia difundiendo y publicando información falsa sobre la política estadounidense, aunque antes de eso habían realizado todo un trabajo de análisis sobre los votantes Virginia, Colorado o Florida, tres estados de los denominados indecisos.

Los rusos analizaron el comportamiento de los usuarios de estos Estados respecto a las noticias políticas, así como también la forma en que compartían noticias y el tipo de información que captaba su atención.

Tras este trabajo de análisis previo crearon cientos de cuentas y grupos falsos en redes sociales, principalmente Facebook e Instagram, con el objetivo de producir “discordia política, apoyando a grupos radicales, movimientos de oposición y usuarios insatisfechos con la situación económica y social”.

Captura (New York Times
Captura (New York Times

Cuentas falsas

La agencia creó varias páginas, incluso rivales de Facebook e Instagram, dedicadas a las relaciones raciales (Blacktivistes), a la inmigración (Fronteras seguras) y a la religión (Musulmanes Unidos de América y El ejército de Jesús) con el fin de desinformar.

Según el informe, también controló “muchas” cuentas falsas de Twitter y Facebook favorables a Trump. Una de ellas, del Partido Republicano en Tennessee, filtró información falsa sobre una investigación por fraude electoral en las primarias demócratas en Carolina del Norte.

A partir de 2016, la agencia propagó ampliamente algunos hashtags para influir en las tendencias de Twitter (#Trump2016 o #Hillary4Prison).

Unos días antes de la votación, “Blacktivists” finalmente pidió el voto para la candidata ecologista, Jill Stein, y “Musulmanes Unidos de América” ​publicó un mensaje que decía que “la mayoría de los musulmanes se niegan a votar por Hillary Clinton”.

El funcionamiento de las cuentas era analizado diariamente, incluso en algún momento -revela el informe del FBI- le llamaron la atención al encargado de páginas que difundieran “fake news” sobre la inmigración de los escasos ataques de sus publicaciones contra Hillary Clinton.

“Se le comunicó que era imperativo que intensificará sus críticas a la candidata demócrata”, sostiene el documento del FBI.

Una forma de operar extraña de la maquinaria rusia fue promover la abstención en algunas minorías, como fue el caso de los afroamericanos, con la creación de cuentas como “Despertar Negro” en Instagram.

“Un efecto particularmente maligno de Trump es confundir a la gente y forzar a los negros a votar a Killary (Hillary Clinton). No podemos recurrir al menos malo de los dos demonios. Nos irá mucho mejor sin votar nada”, fue uno de los mensajes publicados por este grupo.

Captura (New York Times
Captura (New York Times

Todo desde Rusia

La policía federal norteamericana ejemplifica con el caso de Matt Skiber, un usuario de Facebook, que contrató anuncios pagados en la red social, convocó a marchas y pasó casi todo su 2016 difundiendo imágenes y noticias perjudiciales a Hillary Clinton, debido a que era líder del grupo Somos Patrióticos.

Este grupo de Facebook publicó una de los memes que más difundieron los opositores a Clinton, que era una ilustración de un demonio compitiendo en las pulseadas con un retrato de Cristo, bajo el lema de que si Clinton ganaba las presidenciales, el diablo también ganaría.

Pero había un detalle, Skibre nunca existió -al menos con ese nombre-, tampoco era hombre, ni menos norteamericano, se trataba de Irina Viktorovna Kaverzina (una de las imputadas), quien manejaba esta cuenta desde San Petersburgo y que suprimió en septiembre de 2017, tras percatarse que el FBI estaba detrás de ella.

“Hemos tenido una crisis en el trabajo, el FBI ha quebrado nuestra actividad. No he dejado de eliminar huellas con mis colegas”, señala Kaverzina, que en un correo futuro agrega a sus superiores: “He creado todas estas fotografías y posteos. Los americanos piensan que todo fue escrito por uno de ellos”.

Captura (New York Times)
Captura (New York Times)

Influencia y coordinación

Hasta el momento la investigación ha descartado que el actuar ruso haya influido en que Trump ganase las elecciones de 2016, algo que destacó el Departamento de Justicia el último viernes.

En la misma línea, el fiscal Mueller aún no ha encontrado pruebas de que el Kremlin tuviese relación directa con este plan, o alguien del comando de Trump, situación que podría perjudicar la imagen del presidente de Estados Unidos.

Revisa el informe completo del FBI en el siguiente link.

Captura (New York Times)
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