Doce activistas del movimiento prodemocracia en Tailandia han sido citados por la policía y podrían ser acusados de lesa majestad, un hecho sin precedentes desde el inicio de la protestas que prosiguieron este miércoles en Bangkok para denunciar la opacidad de las finanzas reales.

“Doce personas están citadas sobre la base del artículo 112 del Código Penal”, informó la asociación de abogados tailandeses de defensa de los derechos humanos (TLHR).

La ley de lesa majestad, una de las más severas del mundo, castiga con hasta 15 años de cárcel cualquier insulto, crítica o difamación al rey o a un miembro de su familia. Desde 2018 no se había recurrido a ella.

Desafiando las amenazas, miles de personas salieron a la calle este miércoles, muchos portando patos inflables amarillos, lo que se ha convertido en el símbolo del movimiento.

El artículo 112 “no nos va a parar. Resistiremos hasta ganar”, aseguró a la Agence France-Presse una panadera de 34 años.

Los manifestantes piden la dimisión del primer ministro, el general Prayut Chan-O-Cha, en el poder desde el golpe de Estado de 2014, la reescritura de la Constitución que consideran demasiado favorable para el ejército así como la reforma de la monarquía, con la abolición del artículo 112 y un control sobre las finanzas reales.

“¿Guerra total?”

“¿Qué significa, que la monarquía ha declarado una guerra total al pueblo?”, se pregunta el líder Parit Chiwarak, llamado el “Pingüino”, una de las doce personas citadas por la policía, en una conversación con la AFP.

“Una actitud así podría hacer que más gente salga a la calle”, advierte.

Tras cuatro meses de protestas, la tensión aumenta en Tailandia y la semana pasada la policía recurrió a cañones de agua y gas lacrimógeno contra los manifestantes. Seis personas resultaron heridas por disparos de bala, cuyo origen no está definido.

La respuesta de la autoridades también tiene lugar en el frente judicial: desde la primera manifestación del 18 de julio, al menos 174 personas han sido acusadas de “participación ilegal en una manifestación” y al menos 46 están acusadas de “sedición”, un delito que puede acarrear siete años de cárcel, según el TLHR.

Decenas de miles de millones de dólares

El movimiento prodemocracia había previsto inicialmente marchar el miércoles hacia el Crown Property Bureau (CPB), que administra la fortuna real.

Pero para evitar eventuales enfrentamientos con los ultramonárquicos, al final decidió congregarse ante las oficinas del Siam Commercial Bank, uno de los mayores bancos del reino y del cual el rey, a título personal, es uno de los principales accionistas.

En 2017, el rey Maha Vajiralongkorn hizo adoptar una ley que le da un poder absoluto sobre el CPB. Antes, el ministro de Finanzas se sentaba en el consejo, un gesto con el que se pretendía hacer creer que el gobierno lo controlaba.

El CPB, que tiene ramificaciones en la construcción, banca, química, seguros e inmobiliario, no está obligado a publicar sus cuentas, pero los analistas estiman que administra entre 30.000 y 60.0000 millones de dólares en activos, lo que convierte a la monarquía tailandesa en una de las más ricas del mundo.

En el trono desde 2016, Vajiralongkorn (conocido también como Rama X), es una personalidad imprevisible y controvertida, y sus frecuentes estancias en Alemania provocan muchas preguntas.

Tras volver a Tailandia hace algunas semanas, no ha cesado de multiplicar sus expresiones de “amor” a los tailandeses.