La jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, reconoció que la abrumadora derrota de los candidatos pro-Pekín en las elecciones locales refleja el “descontento” de la población, aunque no hizo concesiones, incapaz de detener la crisis política que atraviesa la antigua colonia británica.

Las elecciones del domingo mostraron la preocupación por “las deficiencias del gobierno, sobre todo el descontento con el tiempo necesario para lidiar con la inestabilidad actual y, por supuesto, para poner fin a la violencia”, dijo Lam en su rueda de prensa semanal.

La líder de Hong Kong, que cristaliza la ira de los manifestantes, se ha comprometido a que su gobierno “reflexionará seriamente” sobre el resultado de estos comicios y a “mejorar la gobernanza”, sin ofrecer concesiones concretas al movimiento prodemocracia.

Los candidatos prodemocracia ganaron el domingo 388 de los 452 escaños del consejo de distrito en las elecciones locales, un desaire para Lam y para las autoridades chinas.

Sin embargo, estas últimas aseguraron el lunes que seguirán apoyando a la jefa del Ejecutivo del territorio.

Los manifestantes responsabilizan a Lam de la crisis política sin precedentes que atraviesa la excolonia británica desde su devolución a China en 1997.

La radicalización de los manifestantes y la creciente violencia de sus iniciativas no han impedido que los votantes castigaran a Lam, quien creía que una mayoría silenciosa aprobaba su gestión.

Tras conocerse los resultados electorales, los manifestantes instaron a Lam a satisfacer sus cinco demandas, incluida la instauración del sufragio universal y una investigación sobre presuntos actos violentos por parte de la policía.

“Analizar las causas”

Lam no ha respondido a sus peticiones, limitándose a insistir en una oferta de diálogo. Una propuesta rechazada por los opositores, que consideran que llega demasiado tarde y es insuficiente.

“Lo que necesitamos ahora es un diálogo comunitario (abierto) e invitar a líderes sociales a que nos ayuden a analizar las causas de los disturbios y de los problemas sociales profundamente arraigados en Hong Kong y a encontrar soluciones”, declaró la jefa del Ejecutivo.

La movilización comenzó en junio contra un proyecto de ley que autorizaba la extradición a China continental de ciudadanos de Hong Kong. El texto fue abandonado en septiembre, pero aún así las reivindicaciones han aumentado.

La elección de 452 concejales de distrito, que se ocupan de temas como la basura o los itinerarios de los autobuses, suele generar poco interés. Pero el domingo estos comicios tomaron un significado diferente debido al movimiento de protesta. La participación superó el 71%, todo un récord.

La elección de los concejales de distrito se rige por el sistema de votación que, en Hong Kong, se acerca más a la representación directa.

Esta elección no solo es simbólica, ya que seis escaños del Consejo Legislativo (LegCo, el parlamento de Hong Kong), que se renovará el próximo año, se disputarán entre candidatos de los consejos de distrito.

A su vez, tales consejos enviarán a 117 de sus miembros al colegio electoral de 1.200 personas, controlado por Pekín, encargado de designar al jefe del Ejecutivo.