El presidente de Argentina, Javier Milei, afronta este miércoles el desafío de un debate parlamentario clave para el futuro de su plan de profundas reformas económicas en el país.

La Cámara de Diputados convocó a sesión a las 10:00 horas con en fin de debatir en el pleno el proyecto de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, remitida por el Ejecutivo a finales de diciembre para ser tratada en sesiones extraordinarias.

La denominada ‘ley ómnibus’, por la extensión del texto y la amplitud de las reformas que incluye, llega a la instancia del pleno de la Cámara Baja tras un mes de agrias discusiones en las comisiones parlamentarias e intensas negociaciones entre el Gobierno y los distintos bloques políticos y los gobernadores de provincias para sacar adelante la iniciativa.

De hecho, el proyecto, que inicialmente tenía 664 artículos, llega al pleno con 300 artículos menos por las citadas conversaciones y tras la decisión del Ejecutivo de retirar el capítulo fiscal de reformas, uno de los más resistidos dentro de la iniciativa.

En principio, La Libertad Avanza, con un ínfimo peso parlamentario, asegura contar con los apoyos de aliados y sectores de oposición que le permitan lograr este miércoles el quórum necesario para habilitar el debate.

Si lo logra, se prevé que el debate podría prolongarse entre 30 y 40 horas y se especula con que el oficialismo podría contar con los respaldos para una aprobación del proyecto en general, pero no para validar ciertos artículos que son eje de controversia.

Uno de ellos es la cesión de facultades extraordinarias al Ejecutivo por dos años en un amplio abanico de materias, desde lo económico hasta lo penal, lo que le permitiría tomar muchas medidas sin la necesidad de su aprobación parlamentaria.

Como marco de una sesión que se prevé más que agitada, a las puertas del Congreso de la Nación se manifestarán este miércoles organizaciones sociales y sindicales que rechazan la amplia reforma que impulsa Milei para desregular la economía.

Si logra el visto bueno en la Cámara de Diputados, el proyecto pasará a su tratamiento en el Senado, cuyos miembros representan a las provincias -ninguna de ellas gobernada por los libertarios-.