Una serie de declaraciones en materia de casos de VIH dentro de la institución, el aborto o incluso añadir exorcismos a los procedimientos policiales, fueron parte de las polémicas que llevaron a destituir al director general.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este miércoles la destitución del director de la Policía nacional, general Henry Sanabria, por sus polémicas controversias debido a su fanatismo religioso y opiniones tildadas de misóginas y homófobas.

“Agradezco el arduo trabajo del General Henry Sanabria y la General Yackeline Navarro en la @PoliciaColombia. El nuevo director de la Policía será el General (R) William Salamanca, es un mayor general de la Reserva, con más de 37 años de experiencia en la institución”, señaló el mandatario en un mensaje compartido en su cuenta de Twitter.

El general Salamanca había estado desde el principio en la lista de candidatos para dirigir la Policía colombiana por su cercanía con Petro, quien lo designó como parte de su equipo de transición con el Gobierno anterior.

Petro había salido previamente en defensa de Sanabria cuando estuvo bajo el foco de las críticas por sus comentarios y hasta el momento no había tomado acciones. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, también mostró su “gratitud” con el General desvinculado.

Yackeline Navarro, segunda en la línea de mando de la Policía y muy cercana a Sanabria, con quien compartía sus creencias religiosas, también fue apartada del cargo.

En cuanto al nuevo director de la Policía, Salamanca es administrador de empresas y administrador policial, con especializaciones en Relaciones Internacionales y Seguridad Integral.

También tiene una maestría en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado de Colombia y de la Universidad de Columbia (EE.UU.), una maestría en Seguridad Pública y es alumno del Centro Hemisférico de Defensa en Washington D.C., donde ha realizado estudios sobre lucha contra el terrorismo, manejo de crisis y liderazgo.

Una serie de polémicas

Sanabria estuvo casi desde el inicio de su gestión en medio de controversias por mensajes ultraconservadores publicados en redes sociales y sus comentarios en los medios de comunicación que mostraron su fanatismo religioso.

Un fanatismo que, según las denuncias de miembros de la fuerza pública, traspasaba a las labores diarias de la Policía.

La más reciente polémica fue la entrevista concedida a la revista Semana, en la que Sanabria se refirió a los casos de VIH en la institución, donde criticó el uso del preservativo como método anticonceptivo y defendió el exorcismo como herramienta en las operaciones policiales.

“Ojalá se pudiera” sacar de la institución a agentes infieles, fue una de las declaraciones del general, quien aseguró que “una persona que es infiel no es prenda de garantía”, y también se refirió al derecho de las mujeres a abortar, del que aseguró que es “un pecado mortal porque atenta contra la vida (…) Se genera un odio muy fuerte cuando se aborta”.