¿Tiene moral el Senado para someter a juicio a Dilma Rousseff? La pregunta que lanzó una senadora provocó gritos y agravios este viernes en el segundo día de un juicio histórico de destitución contra la presidenta brasileña.

Tienen que respetar nuestra posicion“, profirió el jefe del Senado, Renan Calheiros, en medio de un clima de alta tensión que provocó dos suspensiones de las sesiones, en las que la defensa debe presentar sus argumentos en favor de la mandataria de 68 años.

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El senado se convirtió en “¡un manicomio!”, se quejó este emblemático legislador del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Sus dardos iban dirigidos a la senadora Gleisi Hoffman, del Partido de los Trabajadores (PT) y una de las más entusiastas defensoras de Dilma, suspendida en mayo.

“Este proceso es una farsa”, dijo Hoffman este viernes. Un día antes, fue más letal: “¿Qué moral tiene el Senado para someter a juicio a Dilma?”, preguntó.

Los debates en el Senado no son más que un reflejo de la profunda polarización en Brasil, marcada por un gigantesco escándalo de corrupción que salpica a todas las filas, tanto de izquierda como de derecha.

Todo en un contexto amargo: Brasil atraviesa la peor recesión en décadas y está golpeada además por una inflación de más del 10%, desempleo que afecta a 11 millones de personas y un déficit de 45.000 millones de dólares.

De los 81 senadores que deciden el futuro político de la exguerrillera, más de la mitad tiene causas pendientes o están investigados por corrupción, incluido Calheiros, que tiene varias causas en los tribunales, y Hoffman.