Dos agentes de la Policía de Nigeria y dos empleados del consulado de EE.UU. murieron en el ataque, ninguno era ciudadano estadounidense, confirmaron autoridades.
Al menos cuatro personas murieron este martes en el sur de Nigeria durante un ataque de hombres armados aún sin identificar contra un convoy de una delegación diplomática de EEUU, informó la Policía.
“Los atacantes mataron a dos agentes de la Fuerza Móvil de la Policía (PMF) y a dos empleados del consulado”, dijo el portavoz de la Policía del estado de Anambra (donde ocurrió el incidente), Tochukwu Ikenga, en declaraciones recogidas por los medios locales.
Según Tochukwu, el ataque empezó a alrededor de las 15.30 hora local en la carretera que une las localidades de Atani y Osamale.
Después los atacantes “quemaron los cadáveres y sus vehículos”, señaló el portavoz.
“Los pirómanos y asesinos, después de comprobar que las fuerzas de seguridad respondieron, secuestraron a dos policías y al conductor de un segundo vehículo, y se dieron a la fuga”, añadió.
Tochukwu aseguró que no había ningún ciudadano estadounidense en ese convoy.
El Departamento de Estado de Estados Unidos también confirmó el incidente e indicó que está “trabajando con los servicios de seguridad de Nigeria para investigarlo”.
Tenciones tras ataque en Nigeria contra convoy de EEUU
La zona del ataque es uno de los bastiones del grupo separatista nigeriano Pueblo Indígena de Biafra (IPOB), al que las autoridades han culpado de ataques contra las fuerzas de seguridad, cárceles e instalaciones de la comisión electoral.
El presidente saliente de Nigeria, Muhammadu Buhari, condenó hoy el ataque y envió sus “condolencias” a las familias de los asesinados, la Embajada de Estados Unidos y la Policía de Nigeria por el “triste incidente”.
En un comunicado, el mandatario declaró su compromiso para detener “los perpetradores de los ataques y llevarlos ante la justicia”.
La tensión en la región de Biafra data desde el 30 de mayo de 1967.
Lo anterior, cuando el gobernador de la región Oriental de Nigeria, Emeka Ojukwu, anunció la creación de la República de Biafra. Esto, para proteger a la etnia igbo, objeto de matanzas en el norte del país.
El Gobierno militar nigeriano intentó recuperar el control por la fuerza, desencadenado así una guerra civil entre 1967 y 1970.
Esto causó cerca de dos millones de muertos, sobre todo debido a la hambruna que asoló la región debido a un bloqueo de dos años.
