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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La actriz Millie Bobby Brown ha generado controversia en redes sociales por su supuesta apariencia inexpresiva en la última temporada de Stranger Things, con usuarios sugiriendo que podría haberse sometido a procedimientos estéticos como bótox. Esta crítica se suma a un constante escrutinio sobre la imagen de la actriz desde que dejó atrás su rol infantil en la serie, enfrentándose a comentarios sobre su envejecimiento prematuro. En el pasado, Brown ha respondido a estas críticas, rechazando el bullying y la presión estética en la industria, destacando las dificultades de crecer bajo la mirada pública.

La serie Stranger Things (Netflix) ha dado mucho de qué hablar en los últimos días en varios sentidos. Uno de los debates más fuertes gira en torno a su protagonista, la joven actriz Millie Bobby Brown, quien luce más inexpresiva en esta temporada, según sus fans.

En redes sociales abundan imágenes y discusiones que apuntan a que la joven de 21 años parece tener el rostro lleno de toxina botulínica (bótox) y rellenos faciales, lo que habría mermado su performance actoral al no poder mover bien los músculos de la cara.

“Sin ánimo de ofender, pero ¿Millie Bobby Brown se había sometido a algún procedimiento de bótox durante el rodaje? Porque su frente se veía diferente sin ninguna línea; cada vez que ponía una cara seria, las comisuras de sus cejas se levantaban apenas”, dijo uno de los tantos usuarios que comentaron en X.

“Millie Bobby Brown y esa cara llena de bótox, intentando expresar cualquier emoción mientras actúa, me perturba”, añadió alguien más.

“La actuación de Millie Bobby Brown es tan terrible esta temporada porque tiene tanto bótox que no puede mostrar ninguna emoción”, opinó otro.

El constante escrutinio hacia la apariencia de Millie Bobby Brown

Las especulaciones sobre eventuales intervenciones estéticas no son nuevas para Millie Bobby Brown. Desde que dejó atrás su imagen infantil asociada a Stranger Things, la actriz ha sido blanco recurrente de comentarios sobre su apariencia física, su forma de vestir y su supuesto “envejecimiento prematuro”, críticas que se han intensificado con cada aparición pública.

De hecho, en noviembre pasado, la intérprete estalló públicamente contra este tipo de cuestionamientos, luego de que usuarios y algunos medios británicos volvieran a opinar sobre su rostro, su cuerpo y su edad. “Dejen de analizar mi cara, mi cuerpo, mis decisiones. Esto no es periodismo, es bullying”, escribió entonces, visiblemente molesta, en redes sociales.

En esa ocasión, la actriz recordó que comenzó su carrera siendo apenas una niña y que crecer bajo el escrutinio permanente del público no ha sido fácil.

“Me niego a disculparme por crecer. Me niego a hacerme más pequeña para encajar en expectativas irreales de personas que no pueden soportar ver a una niña convertirse en mujer”, afirmó, apuntando directamente a la presión estética que enfrentan las jóvenes figuras de Hollywood.

Especialistas y seguidores han planteado que este clima constante de observación, juicio y burla podría explicar, al menos en parte, la decisión de algunas celebridades de recurrir a procedimientos estéticos a edades tempranas, ya sea para “corregir” rasgos, suavizar críticas o cumplir con estándares de belleza cada vez más exigentes.

Así, más allá del debate sobre si su rostro luce distinto o no, el caso de Millie Bobby Brown vuelve a abrir la discusión sobre el impacto que tienen las redes sociales y la cultura del escrutinio permanente en la salud mental, la autoestima y las decisiones personales de actores y actrices que crecieron frente a las cámaras.