La Superintendencia de Bancos (SBIF) entregó a Scotiabank luz verde para fusionarse con BBVA, autorización que precisamente se esperaba para la primera veintena de agosto.

Con dicho permiso, Scotiabank se encuentra dentro de los plazos autoimpuestos para distribuir sus dividendos según lo convenido en la última junta de accionistas, tal cual consignó La Tercera.

Se espera que lo entregado a la familia Said sea usado para lograr su participación de 24,2% definida para el banco fusionado.

Sólo una vez repartidos todos los dividendos se comenzará a funcionar con un sólo Rut en lo que se conoce como el “Legal day one”, fecha definida para el primer día de septiembre, ya que como indica la ley esto sólo puede hacerse al iniciar un mes.

En caso de cumplirse estos plazos, todo el proceso habría tardado 9 meses, siendo la fusión más rápida de la industria nacional. Según el citado medio, otras metas indicadas por la institución son tener cero pérdida de clientes, y no perder talentos, a pesar de que los cargos duplicados significarán dejar ir a algunos ejecutivos.