Un 96,3% de los hogares de las principales ciudades de Chile destinan parte de su presupuesto al consumo del pan. Pero el precio no está acompañando a los bolsillos; y diversas alzas en la cadena podrían hacer que el valor por kilo se eleve todavía más.

Marraqueta o hallulla. A veces pita o de molde. El pan es el alimento “estrella” de Chile y según estimaciones de Elige Vivir Sano cada chileno come en promedio 5,3 kilos al menos.

Sin embargo, el precio de este producto está jugando malas pasadas para los bolsillo: de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), en noviembre consignó un alza de 3,0%, acumulando 7,0% en lo que va de 2021 y 6,9% a doce meses.

Y podría seguir al alza por diversas razones: en la industria señalaron hace unas semanas que el precio -que bordea $1.500 por kilo según el Ministerio de Agricultura- está siendo fuertemente afectado por los costos de transporte asociados al combustible; y especialmente el tipo de cambio.

El precio del dólar -de acuerdo a Marcelo Gálvez, presidente de Fechipan-, ha golpeado duramente el costo de la harina, en un contexto donde las importaciones cada vez ganan más terreno a la producción local.

Conforme a diario El Mercurio, la cadena trigo-harina-pan estaría también afectada por la escasez del primer insumo a raíz de las sequías. La Comercializadora de Trigo S.A. (Cotrisa) detalló que el 60% del trigo que se utiliza a nivel local es importado.

El quintal aumentó su valor en cerca de un 48% si se compara con mismo período de 2020.

Gálvez, de Fechipan, complementó además al citado medio que la harina subió hasta un 30%.

En medio de la crisis del covid-19, ya en el verano en la isla de Rapa Nui sus habitantes comentaron que el kilo de pan en la isla bordeaba los $4 mil.

Y en las últimas semanas, en Punta Arenas comprar un kilo de este producto superaba los $2 mil. Lo mismo en Calama.

Un análisis del INE, realizado en 2019, comprobó la fidelidad de los consumidores con este producto, que se puede adquirir en pequeños almacenes y supermercados: un 96,3% de los hogares de las principales ciudades de Chile destinan parte de su presupuesto al consumo de esta masa.

Según tipo de pan, se indicó que el 91,5% de los hogares realiza gasto en pan corriente a granel (hallullas, marraquetas, pan francés, batido); el 35,7% en pan especial a granel (pan pita, frica o baguette); y un 26,2% en pan envasado (pan de completo envasado y pan de molde envasado).