La Asociación de Clínicas advirtió que con la reforma a la Ley de Isapres, los médicos podrían disminuir sus ingresos hasta casi en 50% si Fonasa se convierte en el único comprador de prestaciones. Mientras, desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe recomendaron al Gobierno avanzar a un sistema de salud único y solidario.

Continúa la preocupación en la Asociación de Clínicas sobre los efectos que podría tener en el sector una reforma a la Ley de Isapres, que cree un fondo mancomunado de salud.

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Desde la asociación de prestadores estiman que este fondo es un primer paso, para otorgarle al Estado la facultad de administrar las cotizaciones de todos los chilenos, incluso de quienes están en el sistema privado.

Según la gerente general de la Asociación de Clínicas, Ana María Albornoz, el hecho de que el Estado compre las prestaciones perjudicaría los ingresos de los médicos.

“Nosotros hemos calculado que los médicos perderían como el 48% de sus ingresos, si se va al fondo único y funciona toda esta visión de largo plazo. Y en un escenario más conservador, suponiendo que la gente se sigue comportando como si estuviera en isapre, pero los médicos reciben el pago como si fuera de Fonasa, perderían el 24% de sus ingresos”, apuntó.

Por su parte, Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), indicó que el sistema de salud chileno debería avanzar en la integración de los sistemas público y privado, así como regirse por el principio de la solidaridad.

Para el presidente de isapre Masvida, Claudio Santander, una reforma de esta naturaleza requiere primero de un cambio profundo al sistema de salud público, que lo equipare con el privado para permitir la integración.

Pese a las advertencias de las clínicas, aún existe por parte de la comisión presidencial una estimación o cálculo del impacto de la reforma, lo que significará la implementación del fondo mancomunado.

Algunos econocmistas estiman que de los 3,5 millones de personas que están afiliadas a una isapre, más de un tercio tendría que migrar a Fonasa con la nueva estructura.