El alcalde de Roma, Ignazio Marino, desafió este sábado la ley italiana al registrar 16 matrimonios gays celebrados en el extranjeros, lo que no es permitido por la legislación vigente.

La ceremonia, celebrada en la elegante sede de la alcaldía, coincidió con la clausura de la asamblea de obispos de todo el mundo en el Vaticano, del otro lado del río Tíber, donde se discutió animadamente sobre las transformaciones que vive la familia moderna e inclusive de las parejas gays.

Las 16 parejas llegaron al Capitolio romano acompañadas por familiares y en algunos casos por hijos para un acto de carácter ante todo político.

El matrimonio gay no tiene valor jurídico en Italia debido a que no existe una ley que reconozca las uniones entre personas del mismo sexo.

El ministerio del Interior anunció que los registros serán anulados, mientras la diócesis de Roma tildó el acto de “provocación” del alcalde.

“Creemos fuertemente que todos somos iguales y que tenemos los mismos derechos ante la ley y el derecho más importante es el de poder decir al propio compañero o compañera que se le ama”, aseguró Marino, del Partido Democrático (PD).

El reconocimiento de las parejas homosexuales ha sido un tema candente esta semana en Italia y el Vaticano, debido a que la jerarquía de la iglesia católica propuso debatir sobre ese asunto durante el sínodo o asamblea de obispos de todo el mundo, aceptando indirectamente que el fenómeno se ha extendido entre los católicos.

Filippo Monteforte | AFP

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