Facebook lo venía avisando desde hace algunos meses, pero no fue hasta comienzos de agosto cuando se oficializó: ya no permitirá más chatear a través de su aplicación, a menos que tengas instalada Facebook Messenger.

La aplicación de mensajería de la red social fue lanzada a comienzos de 2011, en un intento de sumarse a los servicios similares como WhatsApp (que adquirió más años después), LINE, Hangout, entre otros.

A pesar de su ingreso, los usuarios eran esquivos, razón por la que en su versión 4.0 actualizó y agregó servicios, como stickers, reenvío de mensajes, entre otros, que daban la excusa de instalarlo. Pero en una jugada casi dictatorial, Facebook anunció que los chats ya no se podrán ver más en su aplicación (tanto Android como iOS) a menos que esté instalado Messenger.

La estrategia es vista por algunos como un intento desesperado de imponer su servicio de mensajería interna incluso por sobre WhatsApp, aplicación a la que habría retrasado su opción de llamadas de voz, y que ya posee Messenger.

El diario electrónico Huffington Post informó que desde que se inició la estrategia, Messenger ha aumentado sus descargas en la App Store, aunque con un nivel de rechazo que lo tiene con una valoración de apenas una estrella (de cinco).

En la Play Store de Google para equipos Android, se leen -al igual que en la App Store de Apple-, críticas por uso obligado. Ante ello, un escueto comunicado de la compañía de Zuckerberg compromete mejorar la experiencia, aunque no indica si habrá cambios en la polémica directriz.