Apoderados de la comuna de Carahue iniciaron en la mañana de este jueves una movilización para exigir que se solucionen una serie de deficiencias en establecimientos educacionales que se arrastran desde el 27 de febrero de 2010.

Tras el terremoto quedaron inutilizables las dependencias de la Escuela Darío Salas Díaz, lo que obligó a que sus 700 estudiantes se trasladaran hasta la escuela Kim Ruka, a la espera de que se construyera un nuevo edificio que agrupara a ambas comunidades educativas.

Sin embargo, hasta ahora el proyecto ni siquiera cuenta con una Recomendación Favorable -RS- y los apoderados, cansados de esta situación, decidieron tomarse las dependencias. Patricia Toro, presidenta del Centro de Padres de la Escuela Darío Salas Díaz, aseguró que los estudiantes están hacinados.

El consejero regional Hilario Huirilef dijo que el atraso se debe a dos observaciones que ha hecho la Seremi de Desarrollo Social, las que catalogó de “ridículas”.

El alcalde de Carahue, Pedro Vera, aseguró que durante esta tarde se reunirá con autoridades de Gobierno para que finalmente se pueda concretar un proyecto que ya tiene un lugar donde ser emplazado.

De todas maneras los apoderados aseguraron que continuarán con la movilización hasta que no haya una solución concreta, suspendiendo las clases de cerca de 1.500 estudiantes.