La seremi de Salud de la región Metropolitana, Rosa Oyarce, fiscalizó en terreno la venta de silicona líquida en el barrio Meiggs. Este producto, que es utilizado por menores en los colegios, fue prohibido por la autoridad sanitaria por contener metanol, químico que produce la muerte si es ingerido.

El barrio Meiggs es conocido por la gran cantidad de locales que se dedican a la venta de útiles escolares durante todo el año y es el lugar predilecto de los capitalinos a la hora de adquirir los productos para sus hijos.

La titular regional de Salud realizó un recorrido por los diferentes establecimientos y fiscalizó si efectivamente los comerciantes están cumpliendo la normativa que desde esta semana prohíbe la venta de silicona líquida.

Si estos productos no cuentan con un etiquetado que señale si contiene metanol y el símbolo de veneno, no pueden estar a la venta del público. Este químico, según la seremi, produce la muerte si es consumido de forma directa, y por eso reiteró la importancia del rotulado del producto.

Una medida que fue bien recibida por las personas que a esa hora se encontraban comprando en el barrio Meiggs. Otros también reconocieron desconocer la medida y el peligro que puede causar la silicona líquida en los menores.

Luis Albornoz, uno de los tantos comerciantes, dijo que desconocía el contenido de metanol, pero reconoció que en los envases se advierte que no se puede vender a menores de 18 años, pero con letra pequeña.

La Seremi de Salud Metropolitana confirmó que hasta la fecha han sido 52 toneladas de silicona las que han sido retenidas para ser reetiquetadas antes de su venta.