El CERN, el laboratorio europeo de investigaciones nucleares basado en la frontera franco-suiza cerca de Ginebra, hará una pausa en sus actividades de casi dos años desde este 14 de febrero, tras el extraordinario descubrimiento en 2012 del bosón de Higgs.
Esta pausa tiene por objetivo llevar a cabo trabajos de renovación y mejora del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que permitió ese descubrimiento el pasado mes de julio.
El LHC es el mayor acelerador de partículas en el mundo y fue inaugurado a fines de noviembre de 2009. Fue construido en el túnel subterráneo circular (26,6 km de circunferencia) de su predecesor, el LEP (Large Electron Positron).
Durante dos años no habrá colisión de partículas. En cambio, los trabajos se llevarán a cabo para renovar las instalaciones y preparar el LHC a un nuevo ciclo de explotación a mayor energía.
En los últimos tres años, el LHC produjo “más de 6.000 millones de colisiones, y este resultado superó todas las expectativas”, declaró Steve Myers, director de aceleradores y de tecnología del CERN.