El secretario ministerial metropolitano de Educación, Alan Wilkins, y el alcalde de Lo Prado, Gonzalo Navarrete, anunciaron este jueves la clausura de la Escuela de Párvulos Pinocho, cuya medida se tomó un día después que funcionarios de la Superintendencia de Educación y de la Junji fiscalizaran el establecimiento tras conocerse denuncias por presuntos abusos sexuales.

“Los resultados de la fiscalización realizada en el día de ayer, son dramáticos. Uno de los problemas que consideramos de extrema gravedad, fue que la sala cuna se encontraba cerrada con un candado en su puerta principal”, afirmó Wilkins.

Precisó que como se trata de un establecimiento educacional pagado, las fiscalizaciones se realizan sólo después de una denuncia y añadió que “es por esto que es muy importante denunciar estos casos. Hago un llamado a los papás, a las mamás, a las profesoras y profesores, a los asistentes de la educación, que ante cualquier hecho que resulte sospechoso, realicen la denuncia respectiva”.

El día 27 de noviembre ingresaron tres denuncias a la Seremi, las que fueron derivadas inmediatamente a la Superintendencia de Educación y ayer 28, en coordinación con la Junji, dos equipos realizaron la fiscalización del local que arrojó, entre sus conclusiones, graves problemas que ponen en riesgo la integridad física de los alumnos, como la falta de higiene, además de personal idóneo y ausencia de un reglamento que exige la Ley de Violencia Escolar.

Al respecto Navarrete dijo que “además, el establecimiento educacional no cuenta con patente municipal por lo tanto, hemos decretado, a partir de hoy, su clausura”.

La sostenedora del colegio fue notificada de la resolución municipal a las 11:00 horas de esta mañana. Una vez que los niños terminaron su jornada del día, a eso de las 16:30 horas, se prohibió que el colegio siguiera funcionando.