Una exposición de vestuario típicamente mexicano usado por la célebre pintora Frida Kahlo fue inaugurada este miércoles en su casa museo de la Ciudad de México, en una muestra del atractivo que aún hoy despierta la imagen de la artista en diseñadores de moda contemporáneos.
“Las apariencias engañan” es una exposición que alberga unas 300 prendas, entre vestidos, zapatos, joyas, perfumes y otros objetos personales encontrados en los armarios, baúles y salas de baño de la Casa Azul, ubicada en el sur de la capital mexicana, donde Kahlo (1907-1954) vivió con su esposo Diego Rivera, otro de los celebrados artistas plásticos representativos de México.
La muestra incluye tres corsés artísticos, uno de ellos diseñado en cuero por el creador de alta costura francés Jean Paul Gaultier para la marca japonesa Comme des Garcons, dedicado a la memoria de la pintora, que realizó célebres autorretratos y en sus obras ha resaltado la cultura mexicana nativa.
También se exponen tres vestidos diseñados en flores, encaje y algodón elaborados por el italiano Riccardo Tisci para la marca de lujo francesa Givenchy y que fueron inspirados en la vida y en la imagen de Frida.
Una de las salas está dedicada a nueve vestidos de tehuana, prendas femeninas típicas del istmo de Tehuantepec, en el sur de México, de donde la madre de la artista era originaria.
Frida Kahlo contrajo poliomelitis en sus primeros años de vida, lo que afectó el crecimiento de una de sus piernas. A los 18 años, en un accidente de autobús, un tubo de metal le atravesó el vientre, obligándola a someterse a dolorosas operaciones y a postrarse en cama largos periodos de su vida.
El vestuario restaurado en los últimos ocho años será exhibido por partes en la Casa Azul, en una iniciativa en la que participa la revista de moda Vogue, que en 1937 dedicó a la artista uno de sus glamurosos reportajes, pese la militancia política que ella mantenía en el Partido Comunista.