La tormenta tropical Dora se convirtió el martes en huracán frente a las costas del Pacífico, lo que provocará fuertes oleajes en los estados mexicanos de Oaxaca y Guerrero, en el sur del país, informó el Sistema Metereológico Nacional (SMN).

Dora, que mantiene vientos sostenidos de 120 km por hora y rachas de 150 km, se ubica a 390 km al sur del balnerio de Acapulco, informó en su último reporte el organismo.

El sistema con grado de peligrosidad “fuerte”, se convirtió en el cuarto huracán de la temporada 2011 en el Pacífico, indicó el SMN.

El huracán generará oleaje elevado frente a las costas de Guerrero y Oaxaca, condiciones que también alacanzará a las costas de Michoacán (oeste).

El SMN recomendó tomar precauciones a las embarcaciones marítimas en las inmediaciones del sistema de lluvia, viento y oleaje.

Dos niños de 7 y 9 años fueron rescatados el martes luego de que quedaron bajo los escombros de su casa que se derrumbó con el deslave de un cerro en el municipio de Tehuantepec, en Oaxaca, como consecuencia del paso de Dora desde la madrugada.

Las víctimas que resultaron lesionadas “fueron identificadas por sus familiares como los hermanos Marina y Maximino López Agustín, de 9 y 7 años, quienes dormían en su vivienda cuando se derrumbó”, dijo a la AFP Manuel Maza Sánchez, director del Instituto Estatal de Protección Civil de Oaxaca.

El paso de Dora provocó que las lluvias presentes desde el pasado fin de semana en el itsmo y las costas de Oaxaca se intensificaran.

Al menos una veintena de comunidades de la región del Istmo de Tehuantepec se encuentran incomunicadas porque sus caminos colapsaron por las lluvias, añadió Maza Sánchez.

Los organismos municipales de protección civil en Oaxaca se encuentran en alerta ante las lluvias que se registran por el paso de Dora, indicó el funcionario.

El primer huracán de la temporada, Arlene, dejó al menos 16 muertos en México tras provocar fuertes lluvias en la mayor parte del país y dejó a cientos de miles de personas sin hogar.

México fue afectado el año pasado por lo que el gobierno describió como la temporada de lluvias más copiosa desde que se tienen registros.

Tormentas tropicales y huracanes provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que mataron a 125 personas, dejaron a cientos de miles sin hogar y generaron daños por más de 4.000 millones de dólares.