Durante la mañana del sábado, el autor confeso un brutal crimen cometido en los Ángeles entregó detalles ante la PDI sobre cómo ocurrió el hecho.

Recordemos que el acto de sangre quedó al descubierto cuando, durante las celebraciones de Viernes Santo, cuando un niño de 11 años divisó el cuerpo de Diego Rivera Centeno de 17 años, quien fue cercenado y abandonado en las cercanías del estero Paillihue.

Tras esto se inició un amplio operativo por parte de la PDI de Los Ángeles, que terminó con el autor del crimen entregándose y confesando el asesinato.

Se trata de Nixon Segundo Muñoz Vega de 42 años, quien esta mañana entregó su confesión ante el fiscal a cargo y comentó los detalles de su brutal acción.

Nixon Muñoz Vega señaló que mientras ingería alcohol con la víctima, comenzó una discusión en la que el menor lo increpó por no defenderlo en un control de identidad realizado por carabineros hace algunas semanas. Producto de eso la situación fue subiendo de tono, hasta que finalmente el imputado de 42 años se abalanzó sobre el joven de 17, asfixiándolo y quitándole la vida.

Después de eso, utilizó un serrucho para cortar las dos extremidades inferiores y el brazo izquierdo de Rivera Centeno, y luego los lanzó al estero Quilque para borrar cualquier tipo de evidencia en torno al ya conocido como “crimen de viernes santo”.

El imputado fue sacado desde la PDI e ingresado al Tribunal de Garantía de los Ángeles, donde será formalizado por homicidio.