Luego que el año pasado el ministro especial para Causas de Derechos Humanos en la Región del Bío Bío, Carlos Aldana, realizara la reconstitución de escena del crimen de José Randolph Segovia, cuyo cuerpo fue encontrado en roqueríos de Rocoto, despachó una orden de detención.

De esta forma fueron procesados Mauricio Vera Cortessi y Jaime Barría Sánchez, los subtenientes en retiro de carabineros, que en dictadura fueron detenidos por la causa y luego puestos en libertad, por falta de merito.

Este martes en la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones penquista se revisó la petición de la defensa para terminar el auto de procesamiento, por falta de méritos y descartando que sea un delito de lesa humanidad,
argumento por el cual se reabrió en 2010 la causa.

El abogado, Hugo Figueroa, señaló que sus defendidos sólo vieron al joven Randolph, al inicio de aquella noche que fue asesinado en 1.985.

Para el abogado querellante, Carlos Samur, el caso está debidamente acreditado en el informe Rettig como violación a la derechos humanos y no se puede argumentar prescripción.

Los alegatos duraron media hora ante los ministros de la Corte y el abogado Samur señaló que la investigación sigue arrojando antecedentes sobre presiones en dictadura, incluso al poder judicial, para dejar el caso en nada.