El gobierno argentino espera aún una “respuesta satisfactoria” a una nota de protesta presentada hace 11 días ante la embajada de Estados Unidos tras el incidente con un avión militar por el decomiso de una carga no declarada, dijo el miércoles la cancillería.

“El Gobierno argentino no ha recibido aún una respuesta satisfactoria a la nota de protesta y no considera como tal a la nota remitida el 16 de febrero pasado por el Departamento de Estado a la Embajada argentina en Washington”, afirmó en un comunicado de prensa.

La cancillería emitió el comunicado ante declaraciones del vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, quien volvió a reclamar este miércoles la devolución del material decomisado por la Aduana argentina.

“Hemos mandado recientemente un par de notas diplomáticas. Argentina tiene que responder aún a esas notas. Sigue el proceso legal en Argentina, pero hemos dejado en claro que queremos que nos devuelvan nuestros equipos”, dijo Crowley.

La cancillería argentina recordó que “el 14 de febrero presentó a la Embajada de Estados Unidos una enérgica nota de protesta sobre lo ocurrido en el aeropuerto de Ezeiza los días 10 y 11 de febrero tras la verificación de la carga del vuelo RCH 287 de la Fuerza Aérea de EEUU”.

El personal aduanero “constató la presencia de un número importante de bienes no declarados”, agrega el comunicado.

Washington aduce que la carga era la normal en un avión con personal a bordo para llevar a cabo un entrenamiento policial, mientras que Buenos Aires asegura que un tercio del material no había sido declarado en una lista que Estados Unidos había entregado con anterioridad.

Entre el material incautado hay armas, medicamentos y material de comunicaciones sofisticado.

En la nota de protesta, el “gobierno argentino exigía, además, explicaciones que aclararan la presencia de ese material, describía detalladamente los procedimientos que las autoridades aduaneras argentinas habían iniciado, de conformidad con las normas vigentes, e invitaba a la Embajada de Estados Unidos a colaborar en la investigación”, recordó la cancillería.

El enojo creció desde entonces entre Buenos Aires y Washington, que se acusan mutuamente de haber gestionado mal el incidente.