Varias personas perecieron en un terremoto que sufrió este martes Christchurch, la segunda ciudad de Nueva Zelanda, donde se registraron incendios, se desplomaron edificios para pánico de la población en las calles y el alcalde decretó el estado de emergencia.

“Todo el mundo debe entender que se trata de un día negro para esta ciudad profundamente conmocionada”, declaró el alcalde Bob Parker en Radio New Zealand.

El sismo se produjo a las 12H51 del martes (23H51 GMT del lunes) a 5 km de la ciudad y a solo 4 km de profundidad, según el Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS).

Christchurch, 340.000 habitantes, fue golpeada el 4 de septiembre de 2010 por un sismo de magnitud 7, que no causó muertos aunque sí destrozos considerables.

El terremoto de este martes, ocurrido a media jornada, “fue mucho peor, no tanto en intensidad como en materia de daños, y mucha gente está atrapada en los edificios”, declaró un portavoz de los bomberos a Radio New Zealand.

Entre las víctimas figuran pasajeros de dos autobuses aplastados por cascotes caídos de las alturas, indicó la policía.

“Un médico y los servicios de emergencia se encuentran en el lugar”, precisó.

“Otros informes señalan el desplome de varios edificios, incendios en locales del centro y personas atrapadas en los inmuebles”, añadió.

El terremoto se produjo en un momento del día en que “la ciudad esta llena, con genet en el trabajo, los niños en el colegio”, declaró el primer ministro neozelandés, John Key, que minutos antes del anuncio policial expresó su temor de que hubiera muertos.

Según testigos, se desplomaron edificios y resultaron dañadas carreteras.

Las televisiones mostraron escenas de pánico en la ciudad, de empleados que salían de las oficinas después del sismo y coches cubiertos de escombros.

El aeropuerto de la ciudad fue cerrado y la policía indicó que estaba evacuando el centro de la ciudad, donde los edificios se encuentran fragilizados desde septiembre de 2010, cuando Christchurch sufrió un terremoto de magnitud 7.

“Era sencillamente increíble. Tan fuerte (…) horrible”, contó un comerciante, Julian Hogday, a la televisión TV3.

El sismo de septiembre fue el más potente registrado en una zona habitada de Nueva Zelanda desde hace 80 años.

El coste de los destrozos (100.000 viviendas dañadas, carreteras, vías férreas deterioradas) fue estimado por el tesoro neozelandés en 4.000 millones de dólares neozelandeses (2.270 millones de euros).

Catedral de Christchurch

Catedral de Christchurch antes del sismo

Catedral de Christchurch

Catedral de Christchurch luego del sismo (via senaz en twitpic)