El partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones Arsenal-Barcelona, el miércoles, centrará la atención en Europa, pues ese duelo de ‘grandes’ del fútbol continental deja a la sombra el que medirá al Shakthar Donetsk ucraniano con la Roma en la capital italiana.

El Barça de Josep Guardiola era el peor enemigo que podía caerle en suerte a cualquier equipo en el sorteo que fijó los emparejamientos.

Porque la amenaza está en todas las partes del terreno de juego ante los españoles Xavi Hernández, Andrés Iniesta, David Villa o el argentino Lionel Messi, a los londinenses que entrena el francés Arsène Wenger no les sonrió la suerte en la jornada en la que se atribuyeron los rivales de octavos.

“Es como la PlayStation”, señaló el año pasado el francés, aludiendo al juego del Barcelona de Messi, vigente Balón de Oro por segundo año consecutivo, y sus compañeros azulgrana, ante quienes cayeron los ‘Gunners’ en cuartos de final de ‘Champions’ en la 2009-2010.

El Barça “es un muy buen equipo pero claro, tienen a Messi… puede marcar la diferencia en cualquier momento de un partido”, añadió el galo tras la eliminación de sus pupilos de la temporada pasada. A esa derrota se suma la aún más sonada en la final del torneo de 2006, por 2-1 en París.

En el duelo de vuelta de la pasada campaña, el 6 de abril de 2010, un huracán llamado Messi pasó por encima del club inglés en el Camp Nou, ya que el atacante argentino anotó los cuatro goles de su equipo en el 4-1 que endosó el equipo catalán a los londinenses.

Pero el pasado fin de semana, después de 16 victorias consecutivas, el Barcelona empató como visitante en Gijón (1-1), y los hombres de Wenger esperan poder enfrentarse a un equipo de Guardiola algo mermado tras romper su racha.

En Roma, el equipo capitalino recibirá en un mal momento al Shaktar Donetsk, en el que brilla, entre otros, el atacante brasileño Jadson.

De los últimos nueve puntos disputados en partidos de la Serie A del ‘Calcio’, los hombres que dirige Claudio Ranieri sólo han sumado uno, y han caído derrotados ante dos de los que supuestamente eran sus rivales por el título, el Inter de Milán y el Nápoles.

Esas derrotas dejaron a los romanos a trece unidades del líder del campeonato italiano, el Milan, en octava posición.

Pero en la Roma no parecen haber abandonado sus aspiraciones ligueras aunque son conscientes de sus limitaciones. “Luchar por el ‘scudetto’ en este momento me parece demasiado pedir”, llegó a señalar recientemente Ranieri, quien espera poder encontrar soluciones para mejorar el rendimiento de los suyos.

“Pero parece que sólo hace falta una derrota para decir que está todo perdido. Es cierto que no somos el equipo de la pasada temporada, no corremos como lo hacíamos antes y tratamos de saber por qué”, comentó.

Por su parte, el rival de la Roma acude a la cita de octavos de final apoyado en una buena serie de resultados, contando por victorias cinco de sus seis partidos de la fase de grupos de ‘Champions’, en el que se clasificaron por delante del Arsenal.

Pero los ucranianos aspiran, sobre todo, a decidir la eliminatoria en su estadio, donde han ganado los 16 partidos que han disputado esta temporada, en la que han anotado 42 goles y encajado sólo 4.

“Nuestro objetivo es marcar al menos un gol fuera y luego, en Donetsk, será otra cosa”, avanzó el capitán croata del club que ganó la Copa de la UEFA en 2009, Darijo Srna.