Miles de personas salieron este lunes a las calles de las principales ciudades del país para reclamar el regreso del ex presidente Manuel Zelaya, exiliado en República Dominicana, y el establecimiento de una Asamblea Constituyente, en el primer aniversario del golpe de Estado.

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Convocadas por el Frente Nacional de Resistencia Popular, decenas de centenares de personas recorrieron con total tranquilidad unos 10 kilómetros en Tegucigalpa antes de concluir en la Plaza de la Merced, en el centro histórico de la capital, para rendir tributo al general Francisco Morazán, artífice de la independencia centroamericana, y sede del Congreso.

Al contrario de lo que ocurría en las manifestaciones celebradas bajo el gobierno de facto de Roberto Micheletti, apenas hubo presencia de las fuerzas del orden en las calles.

Sólo el recinto que alberga a la Casa Presidencial estaba acordonado y fuertemente protegido por policías antidisturbios y soldados fuertemente armados.

“Pedimos el retorno de Zelaya y la convocatoria a una Asamblea Constituyente”, dijo a la AFP Cindy Melissa Jirón, una estudiante de Medicina de 20 años, que participó en la colorida marcha en la que no faltaron pancartas con fotos de Zelaya y del Che Guevara.

Según esta joven, su deseo es que se forme un nuevo partido de la Resistencia y espera que “el presidente Zelaya nos apoye”, dice.

Gloria Vásquez, una de los 500 abogados que integran la plataforma de la Resistencia contra el Golpe, denunció que, bajo el gobierno de Porfirio Lobo, que se esfuerza por ser reconocido por la comunidad internacional, “todavía hay persecución política”.

“Muchas muertes de personas de la resistencia se le achacan a la delincuencia”, denunció, antes de asegurar que las fuerzas del orden hondureñas están “asesoradas por militares colombianos y estadounidenses”.

Una de las últimas víctimas de una detención policial fue la dirigente indígena y miembro del ‘Frente de Resistencia contra el Golpe’, Bertha Cáceres, el domingo por la noche. Cáceres estuvo detenida más de tres horas, en el departamento de Intibucá, 200 km al noroeste de la capital, denunció este lunes la interesada.

Por su parte, la Unión Cívica Democrática, que agrupa a los defensores del golpe, llamó a los hondureños a vestirse de blanco para demostrar el esfuerzo de los hondureños en busca de la paz y la reconciliación nacional.