Escuela Modular de Dichato

Escuela Modular de Dichato | Dichato al Día

La Presidenta del Consejo General de Padres de la Escuela Modular de Dichato (comuna de Tomé), Jessica Martínez, manifestó que desde el inicio de los trabajos preparativos del terreno, donde actualmente está instalado el establecimiento, se preocuparon e inciciaron las conversaciones para prevenir riesgos para los alumnos.

Hasta hoy sólo han recibido promesas mientras que los alumnos almuerzan en los pasillos por falta de mobiliario y salas.

“Considerando los plazos impuestos por el Gobierno para el inicio de las clases, el Municipio Tomecino cedió el terreno donde actualmente se ubica la Escuela, sin considerar los riesgos que una decisión apresurada traería a futuro. Las salas son de excelente calidad, impermeables e higiénicas, pero una vez afuera de ellas es donde aparece el peligro, por ejemplo, el patio de juegos se inunda con apenas una tarde de lluvia” asegura la mujer.

La segunda semana de haber iniciado las clases, unos apoderados acusaron la existencia de cursos aún funcionando en hogares y no en las salas, a lo cual el Director del Colegio habilitó el comedor como sala de clases y gestionó una carpa militar para comedor. A la fecha, existe un curso que se lleva a cabo en casa particular.

Los niños de pre-kinder y kinder deben ocupar las salas con mobiliario grande, ya que ellos no tienen las propias con amoblado pequeño. Las mismas parvularias, gestionaron 2 aulas para funcionar como corresponde, las que están instaladas y listas para su uso, pero lamentablemente ocuparon el lugar de la carpa comedor y ahora los chicos no tienen donde comer.

Otro de los peligros, según consigna Dichato al Día, es que la escuela está en medio de 2 vertientes naturales, que a medida que avanzan las lluvias, empieza a agrietar el terreno. Los accesos están con mucho barro y no existe un muro de contención para el cerro de más de 5 metros de altura tras el colegio.

Además, el lodo es un impedimento para que lo chicos lleguen a clases, los pocos que logran cruzar lo hacen con el barro hasta los tobillos.

Asimismo, denuncian que los juegos están a centímetros de barrancos peligrosos para los niños y el establecimiento abandonado que colinda la sala de párvulos es un foco de drogadictos y delincuentes.

La municipalidad trajo unas mediaguas sin forro para suplir la falta de salas para los niños de entre 4 y 5 años, las que aún están tiradas en el sitio, pues no hay donde instalarlas.

La escuela tampoco cuenta con nochero, y los auxiliares no tienen un sala para refugiarse del viento ni de la lluvia, mucho menos donde almorzar.

La iluminación es deficiente, falta seguridad en el cruce, los buses no llevan a los niños de los campamentos por las malas condiciones del camino. En la tarde, al finalizar la jornada está muy oscuro, no hay locomoción ni luz.

En estas condiciones es como funciona la escuela modular de Dichato, un panorama muy distinto a lo que se pensó que sería.