La Conaf y la Corporación de la Madera dieron a conocer esta mañana una importante disminución en el número de incendios forestales durante la temporada 2009-2010.

Esta baja es de un 36,9% con respecto a la temporada anterior, correspondiente a 1.835 incendios.

Las condiciones climáticas durante el verano favorecieron esta situación, principalmente en el mes de febrero donde hubo muchas precipitaciones, menos días con altas temperaturas y decayó el viento fuerte.

También, Jaime Salas, director regional de la Corporación Nacional Forestal en el Bío-Bío, indicó que tras el terremoto del 27 de febrero, no se registraron siniestros durante 23 días.

La autoridad forestal junto a Emilio Uribe, director de Corma, precisaron que como es habitual, esto se debe a que los incendios son intencionales y la gente en esos días estaba ocupada en otras cosas.

El daño económico sin embargo, sigue siendo alto y alcanza los 14 millones de dólares.