Sólo 3 botes para más de 100 pescadores artesanales hay en Dichato. Ellos reclaman que el subsidio ofrecido por el Gobierno es a todas luces insuficiente y que los créditos bancarios no son una opción. Esto sumado a que están seriamente endeudados: las cuentas de luz y agua se siguen acumulando.

Terminaba febrero y los pescadores artesanales de Dichato estaban esperanzados, pronto obtendrían un jugoso pago por los cultivos de ostras, choritos y cholgas. Contaban con un moderno terminal pesquero, había clientes y pese a todas las dificultades estaban organizados. Bastaron unas cuantas horas para retroceder en años todo lo avanzado. El tsunami se llevó todo.

Y no sólo los cultivos desaparecieron, sus botes e implementos, su infraestructura portuaria, sus casas y las vida de los que fueron sus vecinos, familia y amigos veraneantes.

Iván pasa las horas recorriendo la playa, se desespera, quiere volver al mar. A él tampoco el maremoto le perdonó su casa ni su bote.

Una situación similar vive Pedro Cofré ya no sabe qué decirles a sus compañeros que constantemente le preguntan qué va a suceder. La ayuda del Gobierno de un subsidio de al 25% de sus pérdidas no les alcanza y tampoco consideran una opción los créditos bancarios.

El tema de la plata los tiene desesperados, lo peor dicen, es que las cuentas los tienen hasta el cuello. Los pescadores adeudan desde 60 a 100 mil pesos en luz y agua de casas que ya no existen.

Son más de 100 pescadores artesanales y desde hace poco lograron echar al mar sólo 3 embarcaciones, deben turnarse para trabajar aunque sea lo mínimo.

Si quieres colaborar con ellos visita www.mardeesperanza.cl y haz tu aporte.