Crisis de la PSU: ¿Cuál es el camino a seguir en los próximos procesos de admisión?

Créditos: Leonardo Rubilar | AgenciaUNO
Por Tu Voz

Viernes 24 enero de 2020 | Publicado a las 13:32

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En estos últimos días la Prueba de Selección Universitaria (PSU) ha sido flanco de críticas por diferentes sectores educacionales y políticos, e incluso por expertos internacionales en educación. Las principales quejas al tradicional sistema de admisión: segrega, discrimina y ausente de equidad.

Sin dudas, el juicio crítico hacia la PSU no es reciente, ni tampoco una consecuencia del estallido social que aún se mantiene en Chile. Desde sus orígenes e implementación, la prueba tuvo sus detractores, quienes ya predecían un sistema que sólo sería apto para estudiantes de establecimientos educacionales privados.

Hace algunas semanas y como un hecho histórico, grupos de estudiantes secundarios lograron la cancelación, cambio y repetición de las pruebas que engloban la PSU, hito influenciado por las anteriores postergaciones del proceso programado para 2019.

¿Qué futuro le puede esperar a la PSU?

Es una pregunta que genera diversas respuestas y especulaciones, pero con una clara y generada tendencia: presentará modificaciones. Lo anterior, incluso, ha sido apoyado por el Consejo de Rectores.

Como se dice en el fútbol, la cancha no está pareja para los cientos de miles de estudiantes que rinden la PSU al finalizar cuarto medio. Factores como la condición socioeconómica y el entorno en donde se desarrollan, permiten mover la balanza para preocupantes extremos. Este panorama fue analizado el 2015, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, y en el marco de favorecer la equidad en el acceso a la educación superior, se propuso la implementación del Programa PACE en las principales Instituciones del CRUCH.

¿Cuál fue el recibimiento de las casas de estudios a la llegada del PACE?

En un comienzo, su sentido se confunde con las previas iniciativas de propedéuticos existentes, línea de trabajo que ya estaba inserta hace una década (por lo menos) en las universidades. Sin embargo, esta nueva iniciativa llegaba como una alternativa de acompañamiento en la Enseñanza Media, desde tercero medio, precisamente, extendiéndose hasta el primer año de la Educación Superior, a través de acciones con foco en herramientas que permitan el desarrollo de habilidades académicas, psicoeducativas y un amplio abanico de actividades de exploración vocacional.

La doctora en Educación de la Universidad de Barcelona, Ana María Soto, analiza más en detalle el desarrollo del programa, que actualmente se imparte en 31 Instituciones de Educación Superior, y que se ha transformado en una alternativa de acceso a una carrera de pregrado, con una impronta menos segregadora y con una alta participación en la Vinculación con el Medio.

¿Es un programa que se adapta a las nuevas generaciones?

“Sí. De hecho, éste mismo ha ido presentando modificaciones al pasar de los años, pues ha visto la necesidad de ir mutando en beneficios de los estudiantes que están insertos en establecimientos con los que trabajamos. También, hemos visto cómo las herramientas que se entregan en las salas de clases han integrado e involucrado a toda la comunidad educativa: Profesores, cuerpo directivo, apoderados y el propio entorno familiar”, señala la académica.

“El programa va a seguir experimentando cambios, porque en su sentido debe permanentemente adaptarse a las demandas de los contextos con que trabajamos. Después del estallido social, sin duda se nos abren y fortalecen los desafíos. Veremos a jóvenes expresando su pensamiento crítico y en dando a conocer sus opiniones en las aulas, calles y en sus contextos. Tendremos que potenciar esas actitudes, aportar al desarrollo de esas propias habilidades y a la entrega de herramientas argumentativas, por ejemplo”, agregó.

Hay que recordar, que el Programa PACE se presenta como una alternativa de acceso a la Educación Superior, pero no compite con la vía tradicional. Es más, uno de los requisitos para poder optar a esta segunda opción de ingreso es rendir la criticada prueba, en la medida que a través de ella ingresan al Sistema Único de Acceso a la Educación Superior. Sin embargo, lo destacable, es que busca equilibrar la balanza entre los alumnos con mayores privilegios y aquellos que por circunstancias ajenas, han visto afectadas sus trayectorias académicas, han tenido el camino cuesta arriba.

Bajo ese contexto, y considerando las series de críticas que ha experimentado la prueba, su rechazo y una opción abierta a que se modifique, es propicio preguntar a la experta:

¿Qué futuro le espera a la PSU con este movimiento social?

No me cabe dudas que esta prueba va cambiar, imagino que de manera progresiva. En un principio, con cambios pequeños pero significativos, para ya luego, en beneficio de miles de jóvenes y de las universidades, un método de acceso más universal, inclusivo y no discriminatorio, que genere misma condición para todos. Es algo que en las universidades venimos discutiendo.

¿Cómo se visualiza el Programa PACE a futuro bajo este contexto social y análisis entregado?

“La experiencia de trabajo en el programa ha entregado múltiples beneficios a estudiantes en diversas áreas, no sólo en lo académico, sino que también en lo emocional. Se ha presentado como una alternativa de acceso real a la universidad, como un escenario acorde para ir concretando o construyendo proyectos de vida. Ha sido un camino de aprendizaje para las escuelas y también para las casas de formación en educación superior.

Imagino que la Subdirección de Educación Superior puede considerar este tipo de ejemplos, y de otros programas, que hacen el camino más parejo, que disminuyen brechas. Tenemos un desafío con los perfiles de egreso de la enseñanza media y con los de ingreso a las carreras de educación superior. En todo caso, mentras no se resuelva el problema de la cruda diferencia social-económica que segrega a nuestra educación, el PACE seguirá creciendo y desarrollándose como una herramienta que busca apoyar a miles de alumnos de contextos vulnerables.

Hay un importante espacio de aprendizaje que el programa permite, al forzar a instituciones ubicadas en dos niveles del sistema trabajar de forma mancomunada”.

El proceso de postulaciones a la Educación Superior, se realizará desde el 24 al 28 de febrero. El Programa PACE de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, entregará apoyo a los jóvenes que estén postulando a través de la vía PACE. Los detalles en redes sociales: @paceumce y PACE UMCE en Facebook.

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