Luego de una nueva y masiva marcha efectuada en Santiago, que se desarrolló de manera pacífica, pero que terminó con serios incidentes en la Región Metropolitana y otras regiones del país, el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, indicó que ha llegado el momento que quienes convocan a las movilizaciones reflexionen hasta qué punto están siendo dañinas las marchas para la sociedad.

Lo anterior, debido a los violentos enfrentamientos entre los manifestantes y Fuerzas Especiales de Carabineros, donde nuevamente se recurrió a los carros lanza aguas y bombas lacrimógenas para repeler a los manifestantes.

Sobre lo efectuado esta mañana en Santiago, Hinzpeter indicó que “desgraciadamente se produjo una marcha que ha terminado con desmanes, daños a la propiedad pública y privada”.

Agregando a lo anterior que tanto los estudiantes como los profesores “quisieron marchar una vez más, pero los resultados han demostrado que no tienen el control de las marchas”.

Además, el ministro del Interior señaló que “los liderazgos también suponen responsabilidad”, no sólo “convocar a marchas a las cuales llega mucha gente”, personas que a juicio de Hinzpeter “a veces van con propósitos muy distintos”.

Sobre la autorización de la marcha, la que sufrió modificaciones respecto al trazado inicial que presentaron tanto estudiantes como profesores, Hinzpeter señaló que el “derecho de manifestación está vigente y como gobierno lo vamos a respetar”.

En tanto, respecto a los incidentes producidos, comentó que “La ley que hoy día está vigente sanciona apropiadamente los desmanes”, agregando que “las fuerzas de Carabineros tienen que guardar el derecho de otros compatriotas”.

Finalmente el ministro del Interior hizo un llamado a los manifestantes para que depongan las movilizaciones, ya que “se han producido una cantidad importante de marchas que le han dado visibilidad a este movimiento”, por lo que ahora corresponde continuar con la discusión en el Congreso, donde están las puertas abiertas para ser recibidos y escuchados todos los protagonistas, ya que es la calidad de la educación la que está en juego.