Los diminutos esqueletos hacen contraste con el enorme sufrimiento que transitaron las víctimas, a su corta edad, debido a las creencias de un imperio. Entre los hallazgos, un niño junto a una pequeña llama. Ambos fueron entregados como ofrenda, dando una idea del doloroso pasado en territorio peruano.

Cada país tiene un pasado con el que lidiar. Sin embargo, cuando se habla de sacrificios infantiles, Perú tiene perplejos a quienes estudian su historia en el presente.

El más reciente hallazgo en una nación con un imponente legado cultural, a través de los incas, tiene una escena grotesca que da cuenta de la brutalidad con la que fueron tratados los habitantes chimú, en el norte peruano.

Los más vulnerables, es decir, los niños, no se escaparon a la barbarie. Cerca de 80 víctimas lo comprueban.

El acontecimiento resumido por National Geographic recoge los detalles más importantes de una situación que dejó a los arqueólogos a cargo, con heridas emocionales, por razones que saldrán a la luz en este informe.

Los sacrificios infantiles peruanos: imperio de la barbarie

Se trata de una investigación arqueológica a cargo de expertos de la Universidad de Florida. El epicentro de este pasado estremecedor, tiene lugar en un yacimiento de Pampa La Cruz, Huanchaco, al norte de Perú.

La zona es rica en historia, como en cultura. Pero también en barbarie. Así lo demostró el más reciente hallazgo que involucra a niños de la etnia chimú.

Según NatGeo, fueron encontrados los esqueletos de 76 infantes, dando cuenta de sacrificios infantiles ocurridos hace 822 años en esta zona inca.

Para poner en contexto a las víctimas, existieron brevemente en la era del imperio Chimú (o Chimor), hasta el siglo XV, cuando la más connotada civilización del país sudamericano comenzó a expandirse antes de la llegada de los españoles.

“El estado de la cultura Chimú obtuvo su máxima expansión durante su última etapa (1350-1450 dC), tras haber derrotado a la cultura Sicán en el norte. El estado de la cultura Chimú compitió mucho con el Estado inca, que lo suprimió alrededor del año 1450 dC”, revela el sitio www.historiaperuana.pe.

76 esqueletos forman parte del nuevo hallazgo en Huanchaco, Perú, sobre sacrificios infantiles hace 822 años.
NatGeo / Programa arqueológico de Huanchaco

A corazón abierto: el sufrimiento en los sacrificios infantiles

Los sacrificios infantiles en el imperio Chimú revisten de condiciones que, en el presente, resultan dolorosas, sobre todo para los investigadores arqueológicos.

Gabriel Prieto es profesor asistente de antropología en la Universidad de Florida y dirige las excavaciones en Pampa La Cruz. Este experto describió algunas de las situaciones que se evidenciaron, entre estos, cortes en las cajas torácicas de los pequeños cuerpos, lo que responde a la hipótesis de que a los menores sacrificados hace 822 años, les extrajeron el corazón.

Hablando de las inhumanas condiciones que salieron -literal- a la superficie, la forma en que fueron enterrados se suma al desconcierto del hallazgo.

“Fueron enterrados en una posición extendida, con los pies hacia el este, encima de un montículo artificial”, escribió Prieto en un correo electrónico dirigido a Live Science.

No está clara la edad de las víctimas al momento de ser ejecutadas, pero su existencia corresponde a los años 1000 y 1200.

Los sacrificios infantiles en Perú consistían en sacarle el corazón a las víctimas.
National Geographic

Sacrificios infantiles: el niño y la llama

No es la primera vez que National Geographic publica información de sacrificios infantiles, o de otros humanos, en Perú.

Hace dos años, reportó lo que denominó el mayor sacrificio infantil, sin precedentes, en América. Tan sólo en un día los arqueólogos sacaron más de una decena de cuerpos de niños entre 8 y 12 años, que fueron sometidos a macabros rituales en Huanchaco-Las Llamas.

La arena del pacífico, al norte peruano, conservó la evidencia por 500 años. En esa excavación, se encontraron rostros pintados con un cinabrio rojo (mineral de la clase de los sulfuros).

Los esqueletos tenían las bocas abiertas, semejante a una mueca de dolor y, alrededor de su osamenta, textiles que oprimieron sus cuerpos durante el sacrificio, rompiendo sus frágiles costillas.

Los niños eran sacrificados apelando a la misericordia de los dioses para que sus tierras no fueran arrasadas por el mal tiempo.
National Geographic

En esa oportunidad, se dio cuenta de 140 esqueletos de niños y otros 200 de llamas, destacando el hallazgo de las osamentas de una llama joven y un pequeño niño, cuyo pasado tortuoso yacía junto en el sitio de excavación.

La explicación a tanta barbarie, tendría que ver con el poder sobrenatural que los imperios Chimú e Inca le daban a los sacrificios, pensando que estos detendrían los efectos climáticos sobre sus tierras. No fue así. La destrucción era más letal desde los sacrificios infantiles, que de la madre naturaleza.

En el año 2020 los arqueólogos encontraron 140 esqueletos como parte de los sacrificios infantiles en Perú. Un niño fue encontrado junto a su llama.
National Geographic / Perú