¿Será posible ver las lágrimas y entender qué hay detrás de ellas? Dos fotógrafos se propusieron hacerlo y los resultados, aún impactan.
Una de las primeras acciones que realizamos al nacer es llorar, momento en el que aparecen las primeras lágrimas junto a un llanto desesperado del bebé que conoce el mundo por primera vez, una imagen que puede ser violenta, pero que refleja la belleza de la vida en un segundo.
Las lágrimas nos acompañan durante toda la vida y aunque están ahí constantemente, pocas veces somos capaces de admirar su belleza.
Están por angustia, pena, decepción, emoción, felicidad y un sin fin de emociones que, para sorpresa de muchos, las hace muy diferente unas de otras.
Eso es lo que registraron fotógrafos que a través de microscopios lograron descifrar la belleza de cada lágrima, ya que según la emoción, la composición es distinta, aunque siempre se logra ver una imagen que conmueve a cualquiera que descubra qué es lo que está viendo.
Se trata de diferentes proyectos, cada uno con sus particularidades y razones de captura de la imagen, que revelan lo que está detrás de cada lágrima.
La topografía de las lágrimas
Hace 15 años, la artista Rose-Lynn Fisher pasaba por un momento de duelo en su vida, lo que hizo que las lágrimas afloraran en abundancia, lo que, pese a la tristeza del momento, le dio una fascinante idea.
“¿Cómo se ven realmente las lágrimas? ¿La alegría sería igual que la tristeza? Me propuse ver qué encontraría al observar mis lágrimas a través de mi microscopio”, es lo que declaró cuando surgió la idea de capturar la humedad que brotaba de sus ojos en esos días.
Para eso, tomó un antiguo microscopio Zeiss, de más de 40 años, y lo montó sobre una cámara de microscopia.
Luego, se dedicó a capturar sus lágrimas cada vez que lloraba, emocionalmente o porque sus ojos se irritaban. Pero no sólo capturó las suyas, también las de otras personas, jóvenes y mayores.
Guardó cada lágrima en portaobjetos de vidrio, algunas veces comprimidas con una cubierta de vidrio más delgada y otras, simplemente sobre este a la espera de que se evaporaran.
De esta forma logró encontrar dos tipos de imágenes. Las lágrimas comprimidas tendían a mostrar una composición que parecía una imagen tomada desde el aire de paisajes, lo que calificó como un “terreno emocional”.
Mientras que las que se secaban al aire libre dejaban ver su estructura orgánica, según señaló, “muy similar a las estructuras naturales en todas las escalas de la naturaleza”.
La belleza de las lágrimas
No califica las imágenes como un estudio científico, ya que no era el objetivo de su proyecto, sin embargo, llegó a una conclusión.
Aunque las lágrimas están compuestas por agua, proteínas, minerales, hormonas, anticuerpos y enzimas, y aparecen por montón debido a la circunstancia del momento, cada una es especial en sí misma, incluso si corresponden a la misma emoción.
En sus propias palabras, la experiencia que logró recoger en cada lágrima a través del microscopio y la cámara significó que pudo ” reflexionar sobre la poesía de la vida y las formas inesperadas en que adquirimos un conocimiento más profundo. Y qué significan las lágrimas para nuestra conciencia en evolución sobre el ser humano, el cultivo de la empatía y la compasión”.
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Añadió que “si bien mi proyecto comenzó en el nivel más personal, La topografía de las lágrimas finalmente se convirtió en una contemplación de lo que nos conecta a todos de la manera más esencial”.
Finalizando con una reflexión que va en concordancia con lo que se ve en sus imágenes, “es como si cada una de nuestras lágrimas transportara un microcosmos de la experiencia humana colectiva, como una gota de un océano”.
El accidente que llevó a descubrir la belleza de las lágrimas
Es curioso pensar que un golpe al dedo del pie, producido al chocar con una mesa, sea el origen de un proyecto tan conmovedor como el que llevó Maurice Mikkers sobre las lágrimas.
El fotógrafo trabajaba en la cristalización del diclofenaco cuando se golpeó fuertemente mientras llevaba una micropipeta en la mano. Su dolor fue tal que una lágrima salió de su ojo y solo atinó a capturarla con la pipeta.
Así nace “El imaginario de las lágrimas” cuando llevó las gotas a un microscopio y bajo dos técnicas diferentes (campo brillante y polarización) logró resultados que lo impactaron, aunque sentía que algo faltaba.
De esta forma, instaló un condensador de campo oscuro en su microscopio y la sensación que percibió la describió así: “Me quedé atónito, la tapa lagrimal justo sobre el fondo oscuro. Tenía la forma de un pequeño planeta y su paisaje mostraba hermosos patrones y formas. En ese momento quedé sorprendido y “enganchado” al mismo tiempo. Y se sintió como una ‘lágrima de planeta ☺’.
En su emoción sólo atinó a querer capturar las lágrimas, por lo que volvió a la cocina y con una cebolla volvió a derramar lágrimas. Los días siguientes buscó acciones para llorar, desde películas dramáticas hasta bostezar.
Imaginario de las lágrimas
Tal como lo hizo en su momento Rose-Lynn, Maurice buscó información sobre las lágrimas, su composición y clasificación, e incluso se encontró con el proyecto de la fotógrafa.
Así descubrió que los expertos las dividen en tres tipos, Lágrimas de Basilea, lágrimas reflejas y lágrimas emocionales, cuya composición es similar, a excepción de la última que contiene prolactina, adrenocorticotrópico y leucina encefalina (un analgésico natural).
Sin embargo, por más que buscó no encontró una razón para entender por qué cada una de las lágrimas se veía distinta ante el microscopio, por lo que decidió hacer un experimento junto a 10 amigos que contactó vía Facebook.
Encontraron formas de llorar, de acuerdo a la clasificación de lágrimas, sin embargo, al igual que Rose-Lynn no pudo encontrar un patrón común entre cada emoción y lágrima, todas son completamente distintas.
Muchos más se unieron en su afán de encontrar patrones en común según cada tipo de lágrima y así comenzó a nutrir “Imaginario de Lágrimas”, una serie de fotografías que presentan emociones genuinas condensadas a través de imágenes de una lágrima que cayó.
Finalmente, sus fotografías llegaron a exponerse en la galería Zaal3, una de las más importantes de La Haya y sus imágenes dieron la vuelta al mundo.
Pronto, su proyecto se hizo tan famoso que logró hacer sesiones en vivo para capturar lágrimas y verlas a través de microscopio, su éxito hizo que incluso lo llevaran a dar una charla TEDxAmsterdam.
El proyecto se transformó en mucho más que las fotografías que tomó el día que se pegó en el dedo del pie, si no que en un libro, postales y todo lo que pudo llevar la belleza de las lágrimas.
