Es uno de los puentes más llamativos del mundo, debido al efecto que crea al mirarlo de frente, sin embargo, su pendiente no es tan tenebrosa como parece. El viaducto Eshima Ohashi de Japón se construyó tan alto para permitir el paso de grandes barcos y no estropear el tráfico con una plataforma basculante.

El puente Eshima Ohasi es uno de los más ingeniosos en el mundo, en términos de diseño arquitectónico, ya que crea una ilusión óptica, debido a que a pesar de medir 44 metros de alto, su pendiente no están pronunciada como parece.

La plataforma está ubicada en Japón y se construyó para que barcos de grandes dimensiones puedan pasar por el lago Najumi y que la conexión entre las ciudades de Matsue y Sakaiminato no se pierdan.

El puente se inauguró en 2004 y fue apodado -inmediatamente- por sus habitantes como “el puente montaña rusa”, debido al efecto óptico que crea una pendiente.

Dimensiones del Puente Eshima

El viaducto tiene una longitud total de 1,7 kilómetros y una inclinación de 6,1% en un lado y del 5,1% en el otro, declive que no se compara como las de Canton Avenue o Eldred Street, cuyas pendientes alcanzan 37% y 33% respectivamente.

Sin embargo, se recomienda a los conductores que estén atentos a las vías, pues su descenso requiere controlar el sistema de frenado. En la siguiente imagen puedes comprobarlo.

Desde el medio La Vanguardia aseguraron que los habitantes que han transitado por el Puente Eshima señalan que comienzan a sentir una extraña sensación al ir ascendiendo, debido a que saben que están desafiando la gravedad, sin embargo, al finalizar el recorrido reconocen que la experiencia no es como la que presuponían.