La supermodelo contó que luego del procedimiento estético que la dejó "irreconocible" se sometió a dos liposucciones, usaba ropa y cintas de compresión continuamente e incluso dejó de comer para hacer frente a la enfermedad, sin embargo, admitió que nada dio resultado.

En una reciente entrevista con la versión británica de Vogue, la supermodelo Linda Evangelista contó nuevos detalles de cómo hizo frente a su diagnóstico de hiperplasia adiposa, sobre los que admitió haber tomado medidas extremas.

La canadiense, quien deslumbró en las pasarelas durante los 90, regresó a la portada de Vogue luego de pasar varios años “escondida” -según sus palabras- de las revistas, teniendo solo esporádicas y sútiles apariciones en sus redes sociales.

Ahora, la modelo, de 57 años, volvió a embellecer la publicación, posando de manera similar a como lo hacía durante la cúspide de su fama. Y aunque parece que nada ha cambiado en su aspecto, la propia, Evangelista confesó a la revista que esto se debe a ciertos trucos en los que tuvo que incurrir la producción de la sesión fotográfica.

Trucos que consisten en usar cinta adhesiva y elásticos para darle una apariencia más estilizada: “Esa no es mi mandíbula y cuello en la vida real, y no puedo caminar con cinta adhesiva y elásticos por todas partes”, afirmó.

No obstante, la modelo defendió su decisión: “Para las fotos siempre creo que estamos aquí para crear fantasías. Estamos creando sueños. Creo que está permitido. Además, todas mis inseguridades se cuidan en estas imágenes, así que tengo que hacer lo que me gusta hacer”.

Las extremas medidas de Linda Evangelista para hacer frente a su enfermedad

Fue durante este mismo año que la supermodelo hizo público su diagnóstico de hiperplasia adiposa paradójica, una enfermedad que contrajo después de someterse a un procedimiento de congelación de grasa corporal llamado CoolSculpting: “Lo hice porque soy vanidosa y me salió el tiro por la culata”, dijo Evangelista a Vogue.

Después de este tratamiento, tal como contó la modelo, los resultados no fueron los esperados, ya que el procedimiento provocó que su cuerpo generara más grasa, la cual se desplazó y manifestó de maneras poco estéticas que la dejaron “desfigurada”, según declaró en su momento a People.

Luego de ver su rostro y cuerpo de esta manera, la canadiense decidió realizarse dos liposucciones para mejorar su apariencia: “Tengo incisiones en todo el cuerpo, tengo cicatrices de los puntos de sutura”, relató.

Al no ver resultados admitió haber “usado prendas de compresión debajo de la barbilla, he tenido todo mi cuerpo bien ceñido durante ocho semanas, nada ayudó”.

Sin embargo, la decisión más drástica y peligrosa vino después de esto, ya que dejó de comer con el fin de disminuir las acumulaciones de grasa: “Estaba muy avergonzada, acababa de gastar todo este dinero y la única forma en que podía pensar para solucionarlo era cero calorías, así que solo bebí agua. O a veces comía una barra de apio o una manzana, estaba perdiendo la cabeza“.

No obstante, esto tampoco dio resultados, ya que la enfermedad de Evangelista va más allá.

Según sus propias palabras, la hiperplasia adiposa provoca el “aumentó de las células de grasa de manera permanente”, y no tiene cura.

Linda Evangelista también contó a la revista que logró resolver el resquicio legal que mantenía con la empresa a cargo del procedimiento, Zeltiq.