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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

PacificBlu mostró "profunda preocupación" por la reducción del 15% en la cuota de captura de merluza común para 2026, totalizando 29.703 toneladas. Calificaron esto como un golpe inesperado y de alto impacto que afectará gravemente al sector. Criticaron la gestión pesquera del Gobierno y la falta de medidas contra la pesca ilegal. Denunciaron incumplimiento de compromisos gubernamentales y la reposición de la veda del besugo sin información actualizada. Advierten que estas decisiones complican su operación y generan incertidumbre para el próximo año.

La empresa pesquera PacificBlu expresó su “profunda preocupación” ante la nueva reducción consecutiva de un 15% de la cuota global de captura de merluza común para la temporada 2026, pasando esta vez de 35.020 a 29.703 toneladas. Además, calificaron la noticia como “un golpe inesperado y de alto impacto” y que, a su juicio, afectará gravemente al sector merlucero en su conjunto, tanto a la pesca industrial como a la pesca artesanal.

Según explicaron desde la compañía, esta reducción se suma al 5% de cuota histórica perdida tras los cambios en el fraccionamiento aprobados durante este año, configurando un escenario complejo e incierto para 2026, al no contar con el volumen de cuota necesario para darle continuidad a la operación y asegurar su viabilidad económica.

El gerente general de PacificBlu, Marcel Moenne, afirmó que “lo ocurrido con la merluza común confirma el fracaso total de la gestión pesquera del Gobierno. El Ejecutivo mantuvo al sector pesquero por casi tres años enfrascado en discusiones regulatorias y políticas, abandonando lo esencial: la recuperación efectiva de la merluza común, particularmente el control de la pesca ilegal, que el propio Comité Científico estima en torno a 20 mil toneladas, sobre una cuota que ahora será de solo 30 mil toneladas”.

Moenne agregó que “no existe una fiscalización adecuada ni medidas contundentes para combatir la pesca ilegal, la verdadera responsable del estado crítico que arrastra la merluza común hace más de una década. Este abandono es lamentable y hoy sus consecuencias prácticas son que la cuota global de captura se ha reducido en dos años consecutivos en un 15%, cada vez, pasando de 41.172 toneladas el año 2024 a solo 29.703 para 2026″.

Sumado a aquello, la compañía advirtió del incumplimiento de un compromiso asumido por el entonces ministro de Economía, Nicolás Grau, en el marco de la discusión de la ley de fraccionamiento.

“En la Comisión Mixta, el Ejecutivo se comprometió a realizar las gestiones necesarias para que los organismos pertinentes revisaran el estado actual y no repusieran la veda de la pesquería del besugo, como una medida complementaria orientada a mitigar el impacto productivo y laboral derivado de la reducción del fraccionamiento industrial de merluza común. Sin embargo, faltando pocos días para el término del año, ese compromiso no se materializó“, acusaron.

En esa línea, agregaron que la Subsecretaría de Pesca, “no cumplió con generar las acciones necesarias para que el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) revisara la información histórica de la pesquería y utilizara un modelo de evaluación apropiado para una pesquería que lleva 15 años en veda”.

“El Subsecretario de Pesca, Julio Salas, ya nos comunicó que repondrá la veda del besugo que terminaba este año, a pesar de que el Gobierno dispone de las facultades legales para abrir la pesquería y así poder contar con información científica que muestre con datos actualizados el real estado de recuperación del recurso. Nuestros capitanes ven año tras año cómo la pesquería se ha recuperado, pero según nos manifestó el Subsecretario Salas no ha existido ningún nivel de recuperación en este recurso, esto es muy poco probable después de haber estado 15 años en veda y sin existir investigación científica en todo este tiempo que lo avale“, sostuvo Moenne.

Desde PacificBlu repararon en que esta decisión de reponer una veda sin información científica actualizada profundiza la incertidumbre para 2026, elimina alternativas de diversificación productiva y hace prácticamente imposible lograr la necesaria continuidad operacional.

Finalmente, la empresa informó que continuará evaluando el impacto de estas medidas sobre su operación para la temporada 2026, reiterando que “el panorama es extremadamente complejo, estamos bajo la línea de flotación, pero, por otro lado, no queremos tomar decisiones apresuradas sin antes conocer los lineamientos que tendrá el Gobierno entrante para el sector pesquero”.