Los diagnósticos erróneos pueden ser producto de negligencia médica. Por ejemplo, cuando el personal de salud hace una suposición sin información suficiente, ordena las pruebas incorrectas o malinterpretan los resultados.
Debido a que el tratamiento eficaz depende de un diagnóstico preciso, el diagnóstico equivocado también puede conducir a pruebas inapropiadas o innecesarias. Esto incluye biopsias y tratamientos que pueden causar daño.
Según un análisis de la Corporación Rand de Estados Unidos, alrededor de el 30% de los procedimientos quirúrgicos se llevan a cabo por razones que no están respaldadas por estudios clínicos o pautas de tratamiento basado en la evidencia. Por lo tanto, estos procedimientos pudieron haber resultado en complicaciones o daños a los pacientes.
Además, la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, afirma que los errores de diagnóstico significan alrededor del 10% de las muertes. Por esta razón, las segundas opiniones son una herramienta importante que puede ayudar a combatir el diagnóstico equivocado. Los pacientes que reciben un diagnóstico serio o una recomendación para someterse a una cirugía deben considerar una segunda opinión.
¿Por qué hay diagnósticos errados?
La falta de información y los diagnósticos erróneos son muy comunes y suelen ser la razón por la cual no se obtiene las respuestas o el tratamiento que se necesita.
El médico de familia de la Clínica Puerto Varas, Jorge López, indica que “la salud humana es tremendamente compleja, y si bien es difícil de comprender, los médicos basamos nuestro proceso diagnóstico en base a probabilidades: qué es más probable que tenga este paciente”.
Con respecto a la frecuencia de pacientes con diagnósticos errados, el especialista puntualiza en que “hay que considerar que los cuadros clínicos evolucionan en el tiempo, así que lo que estoy viendo ahora pudo no ser lo que vio mi colega, y a futuro el próximo médico también podría dudar de mi conducta”.
“Por eso también es útil mantener un único tratante de confianza que permita ir reevaluando el diagnóstico. Yo también he modificado mis propios diagnósticos con la perspectiva del tiempo, es algo natural y esperable: a veces el paciente aporta antecedentes nuevos, o la propia respuesta a un tratamiento da indicios de que el diagnóstico no era el correcto”, agrega el médico de familia.
De acuerdo una revisión de más de 30.000 historias clínicas de hospitales de Nueva York, se encontró que el 14% de los errores fueron diagnósticos y que la mayoría eran no sólo prevenibles, sino también por negligencia. El problema es igualmente grave con los pacientes ambulatorios, explica el sitio Intramed.
Otro punto importante a considerar, es el examen físico que un médico debe realizarle a un paciente en el box de atención. Muchas veces, cuando se suprime este paso, se pasan por alto sintomatologías físicas que podrían ser el hilo conductor de otras afecciones.
Sobre esto, para el médico Jorge López, examinar es importante, sobre todo en enfermedades como la fibromialgia, donde su principal característica es la dolencia en puntos específicos del cuerpo. “No tengo una explicación razonable de por qué algunos médicos no realizan examen físico. Yo sólo lo omito si se trata de un control en que no es necesario, o en una evaluación de salud mental (y muchas veces de todas maneras examino)”.
Enfermedades cuyos diagnósticos pueden ser equivocados
No es extraño pensar que hay enfermedades que pueden confundirse con otras. Esta situación no sólo pasa por la falta de exámenes, sino también por la sintomatología común.
Las enfermedades autoinmunes por lo general son difíciles de diagnosticar, debido a que presentan muchos síntomas similares a otros, o bien, que no se hagan las pruebas suficientes para poder detectarlas.
Una de las más comunes y complejas, es la fibromialgia. Esta enfermedad, cuyo origen parte en traumas de carácter psicológico, presenta una serie de complejidades físicas, siendo el dolor crónico su principal síntoma.
El médico de familia, Jorge López, señala que “no sabría decir si existe un “ranking” con enfermedades en que se genera más confusión, pero es común no pesquisar un hipotiroidismo en pacientes que tienen síntomas depresivos, y que pueden al menos en parte atribuirse a la alteración tiroidea”.
“Por otro lado también existen sobre diagnósticos de artrosis en general, pues se asume que todo dolor articular es debido a una alteración detectada en una radiografía, y muchas veces el problema no es ese”, concluye López.
Sin embargo, dentro de las grandes posibilidades de errores diagnósticos, existen cuatro enfermedades comunes que suelen confundirse con otras afecciones:
1. Fibromialgia: Como se mencionó anteriormente, la fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado acompañado por fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. Los investigadores creen que la fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor porque afecta el modo en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales de dolor y de no dolor, según explica el sitio de la Clínica Mayo.
Los síntomas a menudo comienzan después de un evento, como un traumatismo físico, cirugía, infección o estrés psicológico significativo. En otros casos, los síntomas se acumulan progresivamente con el tiempo, sin que exista un evento desencadenante y las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar fibromialgia.
Suele confundirse con enfermedades reumatoides como la artritis, síndrome del túnel carpiano, síndrome de fatiga crónica, sensibilización central, artrosis, ansiedad, enfermedad celíaca, dolores lumbares crónicos, e incluso, depresión.
2. Endometriosis: es un trastorno a menudo doloroso en el cual el tejido similar al tejido que normalmente recubre el interior del útero —el endometrio— crece fuera del útero. La endometriosis afecta más comúnmente a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. En raras ocasiones, el tejido endometrial se puede diseminar más allá de los órganos pélvicos.
Sus principales síntomas son menstruaciones dolorosas (dismenorrea), dolor al tener relaciones sexuales, dolor al orinar, sangrados abundante, infertilidad, y puede presentar fatiga, diarrea o estreñimiento.
La endometriosis a veces se confunde con otras afecciones que pueden causar dolor pélvico, como la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) o los quistes ováricos. Puede confundirse con el síndrome del intestino irritable (SII), una afección que causa episodios de diarrea, estreñimiento y calambres abdominales. El SII puede acompañar a la endometriosis, lo que puede complicar el diagnóstico, según explica la Clínica Mayo.
3. Lupus: es una enfermedad que se presenta cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca tus propios tejidos y órganos (enfermedad autoinmunitaria). La inflamación que causa el lupus puede afectar distintos sistemas y órganos del cuerpo, incluso las articulaciones, la piel, los riñones, las células sanguíneas, el cerebro, el corazón y los pulmones.
Puede ser difícil de diagnosticar porque sus signos y síntomas generalmente son similares a los de otras enfermedades. El signo más distintivo del lupus es una erupción cutánea en el rostro que se asemeja a las alas abiertas de una mariposa en ambas mejillas y se presenta en muchos casos de lupus, pero no en todos.
Los signos y síntomas pueden ser repentinos o desarrollarse lentamente, pueden ser leves o intensos, y temporales o permanentes. No obstante, en la mayoría de los casos se presenta sintomatología común, como fatiga, fiebre, dolor articular, erupciones cutáneas, dolor de pecho, falta de aire, ojos secos, entre otros.
4. Síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico (PIMS): es una afección grave que parece estar relacionada con la enfermedad del coronavirus. En su mayoría, los niños infectados con el virus que causa el covid-19 sólo tienen una enfermedad leve. Pero en los niños que desarrollan PIMS, algunos órganos y tejidos se inflaman de gravedad, por ejemplo, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el sistema digestivo, el cerebro, la piel, o los ojos.
El PIMS se considera un síndrome y no una enfermedad, debido a que no se conocen sus causas específicas, pero sus síntomas pueden ser confundidos con los de otras enfermedades, ya que genera dolores de estómago intensos, dificultad para respirar, desorientación, incapacidad de mantenerse despierto y labios y cara de color azul o hinchados.
Como se desconocen sus causas, puede diagnosticarse erróneamente como problemas cardíacos, problemas gastrointestinales graves, Linfadenopatía y problemas respiratorios, razón por la cual se asocia como un síntoma de coronavirus.
Ante cualquier síntoma de alguna de estas enfermedades, se debe consultar inmediatamente con un especialista para realizar las pruebas pertinentes y evitar que su sintomatología aumente su gravedad.