Chile va a avanzar. No son solo ideas: todas están cuantificadas y tienen tiempos de ejecución definidos. Esas son propuestas de verdad.
Una buena idea no vale nada si no se concreta. Un eslogan se desvanece como una nube si no tiene peso. La firmeza se oxida si no hay una estrategia sólida que la respalde.
En época electoral, el verdadero desafío para los votantes es elegir a quien pueda conducir al país con propuestas claras, consistentes y efectivas.
Dejarse llevar por frases llamativas es fácil. Ejecutarlas, es lo difícil. Y la desesperanza de la ciudadanía frente a promesas vacías puede tener un costo incalculable.
Hoy, Chile atraviesa un momento histórico: estamos cansados de no avanzar. Pero eso tiene un lado positivo: queremos más acuerdos y menos confrontación.
Debemos aprovechar esta ventana de oportunidad para lograr consensos en temas que afectan directamente la vida cotidiana de las personas: educación, salud y vivienda.
Y esos acuerdos no los consigue cualquiera. Requieren un liderazgo cuyo motor sea la acción; una acción transformadora y con impacto real.
Un liderazgo comprometido con la ciudadanía, donde el miedo no paraliza, sino que impulsa; donde las conversaciones difíciles no se evitan, se enfrentan. Un liderazgo que entrega esperanza y certezas. Ese liderazgo lo representa Evelyn Matthei.
Ella se ha preparado. Y no lo ha hecho sola. Cuenta con un programa construido por un gran equipo, con propuestas concretas, bien pensadas y de impacto, como debe ser.
Propuestas concretas
Muchas de estas medidas tienen un plazo definido: los primeros 100 días. Sin leyes que se entrampen. Menos burocracia. Más soluciones.
Por ejemplo, desde el primer día se declarará una Alerta Sanitaria Oncológica para enfrentar con decisión el cáncer, principal causa de muerte en Chile.
Esta medida permitirá ampliar los horarios de atención y trasladar personal de salud a las regiones, acercando los servicios y evitando que los pacientes recorran kilómetros por una consulta.
En vivienda, las familias ya no tendrán que esperar años por su casa. En los primeros 100 días se impulsará una reforma que reducirá significativamente los tiempos de tramitación.
Se ingresarán cambios reglamentarios, administrativos y normativos que agilicen la aprobación de proyectos de vivienda social, de integración y de clase media, mejorando la coordinación entre el Minvu, las direcciones de obras municipales y las seremis de vivienda.
¿Y en educación? Se implementarán medidas dirigidas a docentes, familias y estudiantes para fortalecer la asistencia escolar y reducir la deserción.
Pero para que todo esto sea posible, primero hay que ordenar la casa: en lo económico y en seguridad. Y en estos dos ámbitos, Evelyn Matthei no solo tiene conocimientos, sino también experiencia probada.
En seguridad, invertiremos 2.500 millones de dólares: será la inversión más alta en la historia de Chile en prevención del delito y persecución del crimen organizado, con inteligencia policial.
Detendremos el ingreso de inmigrantes ilegales y desarticularemos redes de trata de personas.
Cerraremos 240 kilómetros de pasos fronterizos ilegales, con barreras físicas y tecnología de última generación. Combatiremos con firmeza el contrabando y el crimen transnacional.
Esto no es todo, pero son ejemplos que demuestran que con Evelyn Matthei, el crimen organizado hasta aquí llegó. No avanzará más. Lo que sí crecerá es Chile.
Crearemos un millón de nuevos y buenos empleos en cuatro años. Reduciremos a la mitad los tiempos para concretar inversiones. Y bajaremos de 30 a 5 días hábiles los trámites para formalizar Pymes, entre muchas otras acciones.
Chile va a avanzar. No son solo ideas: todas están cuantificadas y tienen tiempos de ejecución definidos. Esas son propuestas de verdad.
Este programa, no es solo un programa de campaña electoral. Es, más bien, una invitación a los chilenos:
A superar los obstáculos.
A recuperar el orden.
A progresar juntos como país.
Recuperemos la esperanza.
Enviando corrección, espere un momento...
