Este jueves, autoridades detallaron antecedentes de una investigación desarrollada por la BIPE Antisecuestros y la Brigada de Homicidios Sur, junto con la Fiscalía ECOH, por delitos de secuestro, homicidio y homicidio frustrado.
Tras allanamientos en Santiago, La Cisterna e Independencia, lograron detener a seis miembros de “La Hermandad”, facción criminal del Tren de Aragua en Chile.
El subprefecto Hassel Barrientos, jefe de la Bipe Antisecuestros Metropolitana, indicó que, además, se incautaron armas de fuego, municiones, diversas drogas y celulares utilizados para planificar las “operaciones”.
En San Miguel arrestaron a un venezolano con órdenes de detención pendientes que estaría vinculado a un homicidio registrado el 29 de diciembre en la población El castillo, en La Pintana.
“La Hermandad” vinculada con bandas chilenas
El fiscal Metropolitano Sur, Héctor Barros, destacó la importancia de este procedimiento. “Nos ha permitido poder aclarar dos hechos que teníamos pendientes, uno del mes de diciembre y otro del mes de febrero, que es reciente”, afirmó.
Asimismo, informó que los detenidos fueron formalizados por secuestro, violación a la ley de armas y drogas, y asociación criminal. “Todos se encuentran el día de hoy en prisión preventiva”, agregó.
“La Hermandad”, añadió, “está vinculada principalmente con el entorno del imputado Walter Rodríguez Pérez, que es el que participa en el homicidio del teniente Ronald Ojea Moreno el 21 de febrero del año recién pasado”.
Barros también apuntó que pese a la desarticulación de varias células del Tren de Aragua, “empiezan a aparecer nuevos liderazgos con nuevos integrantes”.
Por otro lado, también se habló de una mayor vinculación de bandas extranjeras con organizaciones nacionales.
“Estas organizaciones extranjeras que por ejemplo en materia de tráfico antes se vinculaba a la ketamina y al tusi, el día de hoy también están empezando a emigrar hacia las drogas que tradicionalmente traficaban nuestras organizaciones como marihuana, pasta base y cocaína”, explicó Barros.
En ese sentido, añadió que “están empezando a tener más vinculación territorial, que era muy difícil poder reducirlas a un espacio determinado”.
A consecuencia de ello, dichos grupos deben “interactuar y enfrentarse también a organizaciones chilenas” y “por eso que estamos viendo que están apareciendo también víctimas que son de nacionalidad chilena”.
Sobre el secuestro de un barbero en Conchalí durante febrero, el subprefecto Barrientos añadió que “esta víctima es un ciudadano dominicano quien cumplía funciones como barbero, pero de igual forma en la investigación arroja que estaba ligado al tráfico de drogas”.