El presidente del directorio de la Clínica Las Condes, Alejandro Gil, salió a enfrentar las críticas luego que se revelara que obligó al vacunatorio del recinto a que lo inocularan con una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19.

La situación ocurrió el pasado sábado, cuando él llegó hasta dicha unidad del centro asistencial junto a la gerenta de Enfermería, Andrea Gaete, para realizar el procedimiento.

Gil, quien tenía el esquema completo de la vacuna Coronavac de Sinovac, recibió una tercera dosis de Pfizer, todo esto en medio de los estudios de mezclar distintos fármacos para así reforzar la inmunidad.

El procedimiento fue inscrito en el sistema nacional de vacunas, lo que levantó la alerta del Ministerio de Salud ya que una tercera dosis aún no ha sido aprobada por las autoridades sanitarias.

La clínica señaló que todo se realizó por recomendación del médico Héctor Ducci Budge, cuya orden médica está fechada el 5 de julio según informó BioBioChile, dos días después que se produjo la inoculación.

Alejandro Gil señaló a La Tercera que fue Ducci quien le ordenó vacunarse con una tercera dosis al descubrir que, supuestamente, sus niveles de anticuerpos no eran óptimos.

Además, indicó que “no es cierto el viaje al extranjero”, ante versiones que todo se habría producido para poder salir del país.

“La clínica se encuentra trabajando en los respectivos descargos al sumario en curso”, agregó.

Tras lo ocurrido en el recinto privado, renunció la jefa de servicios ambulatorios, Leticia Ortiz; y fue despedida la coordinadora del vacunatorio, Carla Garrido.

El sumario cursado por la Seremi de Salud Metropolitana continúa.