Un mes ha pasado desde que Jaime Almarza, más conocido como “El hombre bala”, pasara de largo de la malla que lo debía atrapar tras un lanzamiento en plena función.

El accidente laboral se tradujo en la clausura temporal del cañón, en el American Circus de Maipú, y una serie de lesiones que hoy lo mantienen en proceso de recuperación junto a su familia.

“Una parte son fracturas óseas. Rótula, tobillo, caderas y cinco costillas. Por otra parte, mi colon explotó producto del golpe y para evitar una peritonitis me hicieron una colostomía. Además, voy al máxilofacial. Todo en la Posta Central”, relató a La Cuarta.

¿Qué sucedió ese día? El artista circense explicó que la preparaciónn del lanzamiento es un trabajo en conjunto.

“Yo me encargo de chequear aspectos técnicos y él –Luis Álvarez– se encarga de otros aspectos del lanzamiento. Es algo súper calculado. Y ese día pasaron una serie de hechos desafortunados que detonaron en que la presión con la que trabajamos se acrecentara y yo pasara de largo”, detalló.

Pese a lo complejo de las lesiones sufridas, su recuperación ha sido positiva, ya que según dijo, “mi estado físico y anímico me han ayudado”.

Almarza aclara que el circo “se ha portado un siete” y que quiere volver y profesionalizar el circo. Para eso estudia diseño escénico y dirección de arte en el Instituto Arcos, donde cursa el tercer año.

Tras un accidente de esta envergadura una incógnita es si quien sufrió la caída volvería a lanzarse.

“Sí, quiero volver a tirarme, aunque me da un poco de miedo porque mi cuerpo debe estar bien, sobre todo en las extremidades”, relató.

El artista, que un tiempo colaboró con la banda Los Miserables, explicó que lo más complejo ha sido perder la independencia, sobre todo pensando que su pareja, que lo ha estado apoyando en su recuperación, dará a luz en octubre.

“Además, tengo otra hija mayor que necesita acompañamiento, comentó.