Los vecinos del sector Valle Noble en Concepción acusan vivir en constante clima de inseguridad. Esto se debe a que al menos 10 viviendas de la calle Tenerife han sido robadas. Las casas son contiguas a un terreno boscoso que aparentemente pertenece a una empresa agrícola, territorio del que nadie se hace cargo.

Vecinos de Valle Noble en Concepción, región del Bío Bío, aseguran ser víctimas de una “ola de robos” en calle Tenerife.

Los sujetos ingresan abriendo las panderetas, evitando los portones eléctricos o cualquier otro tipo de medios, cerca de las ocho o nueve de la noche, individuos han vulnerado la seguridad de los vecinos de la última etapa del sector Valle Noble de la comuna de Concepción.

El barrio no tiene más de un año de haber sido entregado y cerca de una decena de propietarios han sufrido robos en sus casas. Los afectados pertenecen a la calle Tenerife, que está justo al lado del cierre perimetral contiguo a un bosque, aparentemente terreno agrícola, del que nadie se hace cargo.

Cristina Espejo, una propietaria del lugar, asegura que los ladrones han generado un clima de inseguridad en el sector.

“En el último robo, que fue a las 8 de la tarde, la mayoría de los vecinos estaban acá en sus casas (…) Las cámaras acusaron que a esa hora estaban robando”, aseguró.

Algunos vecinos ha logrado capturar imágenes de personas circulando en el lugar, otros de los ladrones al interior de la vivienda mientras impunemente llevan todo a su paso. La técnica usada es utilizando un destornillador para separar la coyuntura del cemento y así hacer un espacio para entrar al patio.

Los vecinos piden que la empresa pueda reforzar los cierres perimetrales de algo que ya temen se puede expandir a otros sectores.

“La mejora sería que al menos la calidad de las panderetas sean reforzadas (…)Yo apostaría por lo que han hecho algunos vecinos de poner una malla y revocar con cemento cosa que le de una solidez a la pandereta”, dijo.

Espejo asegura que Carabineros llega rápido tras los robos y que la empresa reaccionó a tiempo al primer robo, agrandando la muralla. No obstante, declaran que viven con la impotencia de pensar que un próximo vecino será víctima del robo en su propia casa.