La familia de la mujer embarazada con 35 semanas de gestación, que murió en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, presentó una querella por cuasi delito de homicidio contra quienes resulten responsables.

Se trata de Andrea Leiva de 36 años, quien residía en la población Armando Alarcón del Canto de Talcahuano, y cuyo caso se conoció la semana pasada.

La mujer llegó con intensos dolores en la zona baja hasta el Hospital Las Higueras el 1 de mayo y pese a sus ruegos por una cesárea, ésta habría tardado más de lo debido, por lo que el recién nacido no presentaba signos vitales.

El abogado de la familia, Andrés Durán, quien presentó la acción judicial en el tribunal de Garantía de Talcahuano, señaló que “distinto sería el caso si hubiese nacido viva y hubiera muerto. Estamos pidiendo que se investigue a través de la autopsia a este bebé y determinar bien qué pasó”.

Pese al fallecimiento de su bebé, ella se mantuvo estable durante la jornada del sábado, aunque la madrugada del domingo 3 de mayo fue llevada a la UCI, donde también falleció por un paro cardiorrespiratorio, rotura uterina y shock hipovolémico, es decir, una disminución descomunal de plasma en la sangre.

Respecto a estos datos, Durán cuestionó la atención, indicando “¿qué pasó en ese pabellón?, ¿qué le pasaron a llevar a Gabriela? Gabriela no era primeriza, ya había tenido un hijo, en las mismas condiciones y por cesárea y no le había pasado nada”.

Hasta ahora, la única respuesta del Hospital Las Higueras fue un comunicado público donde se anunció una auditoría médica, de la que hasta el momento se desconocen sus resultados.