La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso falló por unanimidad y confirmó la sentencia en contra del Senado por discriminación arbitraria en contra de la telefonista ciega de la Cámara Alta, Natalia Ravanales.

Más de dos años han pasado desde que la mujer presentó una denuncia por malos tratos de parte de funcionarios del Senado. Ella siempre argumentó que no le creían que era ciega, porque efectivamente tiene un pequeño porcentaje de visión que le permite caminar sin ayudas.

El Quinto Juzgado Civil de Valparaíso había fallado a favor de ella a mediados de año, siendo clave la grabación que realizó Natalia en la reunión donde le dijeron que tenía que seguir trabajando desde su casa a tiempo completo, sin las condiciones necesarias para operar un computador con su reducida vista.

¿Qué significa el fallo? La resolución implica que el Senado debe restituir a Ravanales en alguna función. Sin embargo, ella reconoce que es posible que apelen a la Corte Suprema y que sostiene que los denunciantes han demostrado que no tienen voluntad para respetar lo que determina la justicia.

“No creo que ellos me vayan a reintegrar”
- Natalia Ravanales, afectada

Actualmente pesa en contra de Natalia Ravanales un sumario administrativo en el Senado y fue perseguida penalmente por haber grabado la conversación en donde la discriminaron, sin el consentimiento de las personas presentes. En todo caso, tanto el Juzgado Civil como la Corte de Apelaciones eximieron de responsabilidad.

La misma afectada ha reconocido que independiente de que el Senado acate el fallo, ella tendrá que evaluar con su psicólogo si está en condiciones de trabajar normalmente en el lugar por el que se ha mantenido en conflictos judiciales por más de dos años.