La Dirección de Control de la Municipalidad de Valparaíso detectó presuntas irregularidades en la administración del estadio O’Higgins. Se inició un sumario e hizo la denuncia al Ministerio Público.

Dentro de las auditorias que el alcalde Jorge Sharp -en señal de “transparencia” según su propias palabras- pidió hacer a la Dirección de Control del municipio a los distintos departamentos y unidades de la casa consistorial el 31 de enero, se detectó en la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) distintas irregularidades respecto del funcionamiento del estadio O’Higgins.

El ítem que más llama la atención es el de arriendo de espacios, donde los dineros recaudados son menores a los que debería.

Ejemplo de ello es que el arriendo del gimnasio techado del estadio, cuesta $10 mil la hora. Sin embargo, los dineros entregados a las arcas del municipio son sólo como si hubiesen sido alquilados por 36 minutos diarios, en un lugar que supera el 70% de reservas.

Por eso se inició a un sumario interno y se realizó una denuncia al Ministerio Público por el uso de dineros fiscales, así lo informó el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.

El alcalde agregó que la Dideco debe entregar un informe desde 2012 sobre su funcionamiento, es decir, incluye la administración de la exautoridad, Jorge Castro.

Otra presunta irregularidad detectada es que el encargado del recinto -que además es presidente de la Asociación de Fútbol Amateur Bernardo O´Higgins- trabajaría junto a dos hermanas en el lugar, hecho que atenta contra el principio de probidad administrativa que rige a los funcionarios públicos del país.

El estadio O’Higgins es de propiedad del Instituto Nacional del Deporte y fue entregado en comodato al municipio de Valparaíso en 2007, siendo administrado por la oficinas de deportes de la casa consistorial.