Para el líder Carlos González Vaca, alias “Estrella”, se pide una pena de reclusión perpetua y 125 años de presidio. Sobre los otros integrantes del Tren de Aragua, ningún acusado arriesga penas que sumen menos que 30 años de presidio.

Antecedentes recopilados por la Fiscalía Regional de Tarapacá revelaron los crueles detalles sobre cómo operaban los integrantes del Tren de Aragua, a la hora de cometer distintos delitos en el país.

Recordemos que durante la jornada de ayer, el Ministerio Público presentó una acusación contra el líder, Carlos González Vaca, alias “Estrella”; y otros 11 detenidos en marzo del pasado año 2022.

En la acusación, que tiene cerca de 200 páginas, se responsabiliza a la organización por diversos delitos como secuestro con homicidio, amenazas extorsivas, trata de personas con fines de explotación sexual y tráfico de migrantes reiterados, entre otros.

Por lo anterior es que, para el “Estrella”, se pide una pena de reclusión perpetua y 125 años de presidio. Sobre los otros integrantes, ningún acusado arriesga penas que sumen menos que 30 años de presidio.

Los crueles detalles de cómo actuaba el Tren de Aragua

Según consigna el documento presentado por la Fiscalía Regional, el “Estrella” es la persona “a quien los demás integrantes rinden cuenta de sus actividades, él imparte instrucciones a sus subordinados y recibe reportes de los delitos”.

Además, era él quien “da las órdenes acerca de qué ‘vacunas’ cobrar, a quién, dónde, cómo amedrentar, y guía las acciones criminales del grupo”. En segundo lugar está Harol Rangel Villa, alias “Harol Petare”.

Este último es quien cumplió el rol de jefe de Plaza y que, asimismo, lideró -en una escala jerárquica- por debajo de “Estrella”, con quien se comunicaba directamente. De igual forma, ejecutaba control territorial mediante actos intimidatorios.

Entre los crueles detalles de cómo operaba, la acusación narra cómo los integrantes del Tren de Aragua ordenaban “a todos los migrantes que mantenían menores de edad, que debían asfixiar a los bebes”.

Lo anterior, “para que estos se desmayaran y así mantenerse en silencio, por cuanto a causa de los llantos los habían descubierto en ese intento, amenazando que, de ser descubiertos nuevamente, los dejarían abandonados en el desierto”.

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Durante otro trayecto una de las víctimas, acompañado de su pareja y otros 2 menores de edad, fueron obligados a cruzar un caudaloso río sobre un colchón inflable, sin ninguna medida de seguridad. Esto, para recién llegar a Perú.

Además, las víctimas del Tren de Aragua acusan que fueron obligados a realizar cruces de frontera en zonas de gran altitud, “caminando alrededor de 40 minutos, a bajas temperaturas, con un fuerte viento y lluvia en el lugar, por terreno desértico”.

Lo anterior, “con vestimenta no adecuada para la altura y temperatura del lugar, sin que los imputados proveyeran de medidas para minimizar los riesgos del cruce (…) expusieron a estas condiciones extremas a las mencionadas víctimas”.

Revisa la acusación presentada por la Fiscalía Regional de Tarapacá: