Indignación causaron las malas condiciones de un grupo de haitianos que vivía en instalaciones de nylon, durmiendo en camas de palo y tomando agua de un río en Puerto Natales.

Una persona que conoce a los ocho extranjeros afectados relató el maltrato vivido y hasta el posible delito de trata de personas del que fueron víctimas, el cual ya está siendo investigado por Carabineros, lo que fue recogido por el Diario El Pingüino.

“Ellos estaban buscando a una persona con la que pudiesen hablar en creole (dialecto haitiano), porque estaban buscando trabajo luego de ser despedidos. Así los conocí yo”, relató María Belén Davey, dirigenta vecinal natalina que se encargó de denunciar las pésimas condiciones en que vivían ocho ciudadanos de nacionalidad haitiana en la localidad de Seno Obstrucción, en la provincia de Última Esperanza.

El tema radicó en cómo y por qué estos ocho trabajadores extranjeros habían quedado desempleados y estaban en búsqueda de un traductor que lograra transmitir lo que ellos querían contar.

El relato, celular en mano y ocupando un traductor, dejó sin palabras a María. Dijo no poder creer que lo escuchado estuviese ocurriendo cerca de Puerto Natales, donde ella es la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos.

“El exjefe les hizo firmar una renuncia voluntaria y ellos andaban buscando quién les podía enseñar español para conseguir trabajo, porque si a ti te despiden necesitas tener un contrato indefinido para tener tu documentación migratoria para estar en el país”, contó Davey.

Entonces, se juntaron y “con mi inglés asqueroso, porque no sé hablar ese idioma, tratamos de comunicarnos. Y mediante el celular y el traductor de Google, pudimos comunicarnos casi con monosílabos, pero pudimos hablar. Les pregunté cuándo habían llegado, cómo soportaban el frío, porque andaban muy desabrigados, lo único que tenían eran guantes para las manos”.

“Me respondieron que antes trabajaban con un tal Jaime. Intrigada, les pregunté con quién, y ahí ellos me mostraron unos videos. Ahí dije no, eso no puede ser cierto. No puede estar sucediendo esto en Puerto Natales. Ellos me contaron que los hacían trabajar todas las horas que había luz. Trabajaban, trabajaban, trabajaban. Les descontaban la comida, las botas para su labor, hasta los pasajes con los que llegaron a la región”, relató.

Pero lo más grave no sería eso, sino cómo vivían y lo que tenían que hacer en más de una ocasión.

Según la dirigenta comunal, los extranjeros vivían a la intemperie. Si necesitaban orinar o excretar tenían que hacerlo al aire libre. Tenían un baño que no contaba con techo y su inodoro consistía en tablas de madera y no contaban con agua potable, siendo el agua del río más cercano su fuente de hidratación.

Sin embargo, aún más grave sería la posible trata de personas.

“Lo que pasa es que, por otro lado, hoy está en investigación, por parte de la Fiscalía y la Policía de Investigaciones respecto de las condiciones en que ellos llegaron acá. Ahí, eventualmente, podría haber una situación de trata de personas, porque aún no se sabe la forma en que ellos fueron contactados por estos empresarios de Puerto Natales”, contó Davey.

El teniente de la Segunda Comisaría de Puerto Natales, Jonathan Jiménez, explicó la situación y la denuncia que recibieron en sus oficinas respecto de este hecho.

“No le puedo entregar datos muy específicos al respecto. Por ejemplo, vivían en unas pseudo casas, construidas con tablones y forradas con nylon, dormían en camas hechas de palos, no tenían agua potable para el consumo. Más que eso no le puedo decir. Nosotros acogimos la denuncia y pusimos todos los antecedentes a disposición del Ministerio Público, en este caso, la Fiscalía de Puerto Natales”, explicó.

Agregó que “actualmente, es un proceso de investigación el cual se está llevando a cabo. Con el tiempo y los plazos que la Fiscalía dispone. El caso gira en relación con las condiciones laborales”.