Trabajadores de Gendarmería del Centro Penitenciario Osorno, región de Los Lagos, pidieron al Gobierno que intervenga en una situación que los mantiene al borde de la paralización de sus funciones.

Esto se debe a lo que acusan como decisiones injustas por parte de la directiva de Gendarmería, medidas que los obligarían a volver a turnos “normales” sin considerar los resguardos sanitarios por pandemia.

Además, continúan exponiendo problemáticas que afectan a quienes son madres y padres, ya que el establecimiento no cuenta con salas cuna, servicio que anteriormente han pedido que se incorpore.

Desde la representación provincial de la Asociación de Funcionarios Penitenciaros, afirman que durante toda la pandemia, los 20.000 trabajadores de Gendarmería del país han sabido llevar los protocolos sanitarios, por lo que consideran incorrecto y dictatorial que se les impongan turnos que no van acorde con la contingencia sanitaria.

Luego de una manifestación realizada en horas de esta mañana fuera del penal de la ciudad, el presidente de la Anfup, José Montecinos, afirmó que la medida pone en riesgo la salud de los trabajadores, y recordó que aún hay estado de excepción en el país.

De igual forma, hizo un llamado al Gobierno a tomar cartas en este asunto, aludiendo a que son muchos los funcionarios los que continuamente arriesgan sus vidas en esta labor, sobre todo aquellos que tienen un trato directo con la población penal.

Por lo anterior, abordó el caso de las funcionarias de Gendarmería, que hoy deben incurrir en esfuerzos extra para completar las disposiciones, como dejar a sus hijos encargados o simplemente arreglárselas, por la no existencia de salas cuna.

Finalmente, desde la Asociación de Funcionarios Penitenciarios aseguraron que no descartan posibles movilizaciones e incluso paralizaciones de labores, debido a la problemática, eso sí, llamando a la comunidad “a mantenerse con la tranquilidad que los funcionarios son trabajadores profesionales” puntualizaron.