En medio de la preocupación planteada por la presencia de extranjeros que piden dinero en el centro de algunas ciudades del sur, la organización “Amigos Venezolanos en Puerto Montt” se sumó a la petición de ayuda real y no en dinero en efectivo, ropa o comida.

Es la dura realidad que viven varias familias con niños, que serían cerca de 20 en las principales arterias del centro de la ciudad.

Quienes han salido de sus países de origen, comentan que cuando se trata de una reunificación familiar, por más ilegales que entren, siempre se juntan con sus cercanos y aceptan ayuda que se canaliza con algunas iglesias.

Yusmeri Gil, presidenta de la agrupación “Amigos venezolanos en Puerto Montt”, quien llegó hace cuatro años a la capital regional, explicó que algunos de sus compatriotas deciden no aceptar ayuda.

La preocupación está centrada en los niños, pequeños que pueden sufrir vulneraciones en la calle, además de ser utilizados para generar una sensación de lástima, contó Yusmeri.

Soraya Said, seremi de Desarrollo Social, aseguró que se hará un levantamiento de información para generar una red de protección para los menores expuestos.

Declaraciones que se dan tras los dichos, desde el Ministerio del Interior, donde fueron lapidarios con los extranjeros que han llegado a la zona tras ingresar por pasos ilegales, asegurando que serán expulsados del territorio.