A días de conocerse la polémica, la madre de la víctima abordó la complejidad de compartir el caso. “Decidimos que era mejor que esto se supiera”, confiesa la mujer, recalcando que no se trató de un hecho aislado. El joven renunció a la institución, a la que dedicaba gran parte de su vida.

Más de tres días han pasado desde que se hizo pública una denuncia por abuso sexual al interior del cuerpo de Bomberos de La Serena y la familia de la víctima busca seguir las instancias legales correspondientes, para que la acción sea debidamente sancionada y no se vuelva a repetir.

Los hechos habrían ocurrido la noche del 29 de junio al interior del cuartel de la capital regional, donde un joven de 21 años, con tres años en la institución, sufrió tratos humillantes y vejaciones por parte de superiores con años de servicio.

Ha sido una situación complicada, admite su madre, que los ha llevado a pasar por diferentes emociones, pero que accedieron a visibilizar, comenta, para que se frenen los actos abusivos, que, según advierte, serían habituales.

Familia de bombero asegura que fue un acto de violencia

Según los antecedentes del caso, que ya se encuentra en conocimiento de la Fiscalía, todo ocurrió en guardia nocturna, cuando el joven, junto a un compañero, habrían sido sacados de su cama por seis sujetos, quienes los golpearon, los desnudaron, les realizaron tocaciones y otros actos humillantes.

“Él llegó al otro día en la mañana y me dijo inmediatamente que necesitaba hablar en privado conmigo y me contó muy afectado lo que había pasado”, relató la madre del joven afectado.

“Mi primera reacción fue pensar que era una broma, pero el verle la cara, pálido y mal, me di cuenta de que no lo era”, comentó.

La mujer dice haber reaccionado con “una mezcla de sentimientos y emociones”, que complicaron en primera instancia. “Uno piensa inmediatamente en el qué dirán, en la estigmatización”, sostiene.

Sin embargo, al analizarlo fríamente, con el consejo de personas cercanas, decidieron hacer la denuncia, que circuló rápidamente al interior de la institución.

La acusación llegó rápidamente a los medios, algo que les incomodó en primera instancia, pero que hoy acceden a abordar para que no se vuelva a repetir.

“También recibió amenazas, muchas, de que no contara nada”

Si bien en primera instancia se señaló que se trató de una suerte de “rito de iniciación”, la mujer advierte que era una costumbre, algo que advirtieron después de conocido el hecho.

“Decidimos que lo mejor era que esto se supiera, para que dejara de ser una práctica habitual, porque lo es. Es una acción común de la cual no sabíamos”, dice.

“Esto no se produjo en un contexto de camaradería, ni tampoco podríamos decir que fue un acto de iniciación, porque él ya llevaba más de tres años ahí, entonces fue simplemente un acto de violencia, nada más”, agregó.

“Hemos ido enterándonos de muchas cosas y sabido que ha habido muchos casos como este, que tal vez no se han sabido, no han sido escuchados o tal vez no han tenido la perseverancia y la valentía de mi hijo, porque también recibió amenazas, muchas, de que no contara nada y de que lo que pasaba en la guardia quedaba en la guardia”, asegura.

Afectado presentó su renuncia a Bomberos de La Serena

Tras conversarlo con su madre, el joven decidió ir a la PDI a denunciar el hecho. Lo hizo en compañía de su polola y con el apoyo de la familia.

Una vez que el fiscal instruyó diligencias a la PDI, que llegó a investigar el caso a Bomberos, el joven presentó su renuncia.

Cabe señalar que a través de una declaración pública, la institución informó que los responsables fueron apartados.

El afectado llevaba más de tres años en la institución, donde servía en paralelo a su trabajo y estudios con mucha dedicación, relata su madre.

“Estaba super motivado y tuvo una carrera bastante exitosa, ya era oficial y fue premiado en varias oportunidades”, recuerda.

“Él le daba casi todo su tiempo a la institución, que es muy noble, pero que lamentablemente se ensucia por seis personas que tienen esta costumbre, porque no es una cosa aislada, no es una fiesta que se salió de control”, recalca.

Los primeros sentimientos fueron de desilusión, razón que lo llevó a renunciar y verbalizar que no quería a ser bombero. Aunque en los últimos días, estaría reconsiderando la idea de volver a su vocación en algunos años más, cuando todo pase.

Algo que valoran, sostiene su madre, es que Bomberos respondiera de forma rápida y oportuna.

“Me deja bastante más tranquila, porque yo pensé que íbamos a ser un caso más, que se iba a tratar de esconder y gratamente no fue así”, señala.

Sobre duras sanciones para los autores del hecho, declara, “eso esperamos, por supuesto”.

Los nombres de la víctima y su madre fueron omitidos para resguardar su identidad.