Giuliana Roca y su pareja, Rodrigo Castillo, vivieron una situación poco común: su hija nació en su domicilio, ya que según acusan no recibieron la atención necesaria en el Hospital de Copiapó.

“Fui al consultorio y me derivaron al hospital y la matrona me dijo que tenía 2.3 de dilatación y que estaba con contracciones. Me derivó al hospital porque me dijo que nacería en la tarde”, manifestó la madre.

Luego, una vez que llegó al recinto asistencial, una matrona la examinó, pero le aseguró que aún no nacería la bebé, por lo que sólo le harían un monitoreo. “Yo gritaba de dolor, me tuvo casi una hora en el monitoreo y me dijo que todavía no iba a nacer: qué prefiere ¿irse a su casa o quedarse acá”, añadió al Diario de Atacama.

Giuliana afirmó que la trabajadora le dijo que no había camas, por lo que si se quedaba estaría de pie. Además, convenció a su madre para que se retiraran. Tomaron un colectivo de vuelta a casa.

Durante el trayecto sintió mucho dolor, incluso el conductor le dijo que se veía amarilla. En cuanto llegó al domicilio fue al baño. “No tardé ni media hora entre el hospital y la casa. La bebé pujó tan rápido que salía el cráneo”, detalló.

Si bien llamaron a la ambulancia, su madre fue la que recibió a la recién nacida. “Yo tenía miedo que ella muriera”, reconoció.

El padre de la lactante, en tanto, afirmó que esperan una disculpa por parte del hospital, desde donde informaron que no hay un reclamo por los hechos, pero que iniciarán una investigación.